Capítulo 3. Curiosidad

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POV. WOOHYUN

Aquella era, sin duda alguna, una de las pocas buenas ideas que habían acudido a mí en los últimos tiempos. Puede que no fuese de las mejores, pero era mucho mejor que nada.

Estaba completamente crispado por la reciente conversación que había mantenido con mis padres.

Ambos insistían en que era el momento en que debía de comenzar a pensar en sentar la cabeza, buscarme una novia y así formar una familia.

Llevaban meses diciéndome exactamente lo mismo, preguntándome constantemente si tenía alguien especial en mi vida.

Al ser mis padres jamás les levanté la voz o les contesté de mala manera, pero estaba cansado de repetirles que no había nadie especial ni importante en mi vida en esos momentos y que tampoco tenía tiempo para ir a buscarlo.

No me sentía mal viendo la desilusión en sus ojos.

Siempre les había dicho que no entraba en mis planes casarme y tener una bonita familia siendo tan joven.

Por el amor de dios, que apenas tenía 21 recién cumplidos, no necesitaba líos amorosos tan pronto.

Y mucho menos casarme y tener hijos.

Eso supondría demasiados años amargado acarreando con una esposa de la que me aburriría y de unos niños que no quería.

Prefería centrarme en mi trabajo, con eso tenía suficiente.

Me gustaba a lo que me dedicaba y no necesitaba nada más conmigo.

Además, siendo rico, las únicas personas que podía conocer eran las que estaban dentro del círculo social de mis padres, todas chicas jóvenes y estúpidas que habían educado como si fuesen princesas esperando que un príncipe fuese a por ellas.

Y las que no eran escasamente inteligentes, lo único que buscaban de mí era seducirme para que las embarazase y así tener que casarme con ellas para conseguir un marido rico.

Pobres de ellas, iban listas si pretendían que me girase a verlas una sola vez.

Y eso es principalmente, porque no me sentía especialmente atraído por las mujeres.

Prefería a los hombres. Sí, era gay.

Mis padres sabían de mis inclinaciones, aunque seguían teniendo la esperanza de que fuese algo pasajero y que en cuanto encontrase a la mujer adecuada se me pasaría.

¿Quién era yo para romper sus esperanzas?

Mejor que siguiesen pensando que a lo mejor algún día sentaba la cabeza con alguna de esas pimpollitas que insistían constantemente en presentarme, a decirles que dejase de hacerse ideas, que siempre sería homosexual y que olvidasen la parte de tener una nuera y nietos de sangre.

Probablemente algo como eso le provocaría un paro cardíaco a mi padre y una crisis nerviosa a mi madre.

Pero, desgraciadamente, ya me había cansado de intentar hacerles entender que no iba a casarme antes de terminar el año, y mucho menos con una mujer.

Así que, después de pensarlo, había decidido tomar otra alternativa.

En un inicio, pensé en pedirle a alguna amiga o amigo que me ayudase con una pequeña farsa, pero la mayoría de mis compañeros ya tenía pareja o bien estaban estudiando en el extranjero, y no me parecía buena idea molestarles con algo así.

No... yo lo que necesitaba era asegurarme mis cartas, prepararlo todo bien para que mis padres jamás sospechasen nada.

La idea se me ocurrió saliendo a dar una vuelta con uno de mis amigos, DongWoo.

[Woogyu] No hace falta un comienzo perfecto [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora