Capítulo 2. Pasará pronto

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POV. SUNGGYU

Los primeros días en aquel lujoso lugar no fueron tan malos como cabría de esperar.

Hoya, el chico que subió a presentarse cuando llegué, resultó ser un chico agradable y amigable, en poco tiempo creo que nos habíamos hecho buenos amigos.

Solíamos pasar gran parte del día juntos, excepto cuando él tenía que salir a trabajar en las noches y yo me quedaba en la sala mirando películas, o bien subía a mi habitación a dormir.

Había conocido a los otros chicos la misma tarde que llegué al lugar y había tenido una buena impresión de todos... aunque había sido extraño.

Estaban todos en la sala de la televisión, medio tirados por los sofás mirando una película.

Había un chico rubio con uno moreno, algo más bajito que él, con cara de niña, que se me hicieron curiosos. Sus nombres eran Key y Taemin.

El rubio entró a trabajar en esto hacía menos de 1 año, y Taemin le siguió meses más tarde, volviéndose el mayor de los dos bastante protector con el que consideraba su bebé.

Según Hoya, se habían encariñado realmente rápido.

Después había otro rubio en la sala. Hubiese jurado que era una mujer, pues era como una muñeca de porcelana, si no fuese porque sabía que en aquel lugar solo trabajaban hombres.

La inexpresiva cara del chico me sorprendió cuando nos presentaron, pero Hoya me aclaró que no era personal, simplemente era la cara que tenía.

Después vinieron dos chicos bastante alegres... demasiado a decir verdad. Luhan y Lay. Ambos eran chinos, pero hablaban bastante bien el coreano.

Se habían conocido el mismo día, pues casualmente cuando uno salió de la entrevista, entró el otro; y entre una cosa y otra, también se hicieron bastante amigos, compartiendo penas y derivados.

Quedaban dos, en el otro lado de la enorme figura creada por esos 5 sofás blancos superpuestos. Hoya me los presentó como SungJong y Niel.

El primero era aficionado a los bailes de girlbands e incluso se consideraba más lindo que una chica; el segundo era bastante tímido y adorable, tenía unos labios que incitaban a besarlos.

Podía entender que todos tuviesen éxito en aquel tipo de mundo.

Tenían algo especial que te hacía sentirte atraído por ellos.

Y eso destrozó un poco mi autoestima. Yo no era nada comparado con esos chicos, era completamente imposible para mí conseguir hacer algo bien en ese lugar.

Probablemente en un par de semanas me mandarían de vuelta a casa con mis padres igual que como había llegado hasta allí.

Solo, sin dinero y preocupado por cómo conseguiría salir adelante con los problemas económicos de mi familia.

La verdad es que los primeros días me sentí bastante incómodo cuando estaba con cualquiera de ellos.

Aunque fuesen simpáticos y me hablasen, me daba algo de vergüenza estar allí.

Todos tenían sus propias razones para ello, pero en cierta forma me daba algo de pena cuando pensaba porqué unos chicos lindos y talentosos como ellos deberían de estar en ese lugar.

Simplemente, la vida me parecía algo injusta, pero no les había oído quejarse en ningún momento.

Hablaban entre ellos, jugaban, incluso tomaban baños juntos en la sala del jacuzzi. En ocasiones, hasta les había visto aconsejarse sobre qué deberían ponerse para tal salida con un cliente, entre otras muchas cosas.

[Woogyu] No hace falta un comienzo perfecto [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora