Corto Occhiavigna

4.4K 33 6
                                    


Cuenta Nico
No me podía creer que por culpa de una nena rica y tarada estuviera tan pronto en el taller de mi papá. El día anterior había venido a mi cuarto y me había dicho que tenía que quedarme en el taller porque el no podía. Y ahora, como un tarado estoy esperando acá a que venga.
Cuenta Flor
Todo era un asco, cuando le pedí ayuda a mi papá para un trabajo de clase me refería a que lo hiciera él, no a que me mandara a un taller de un hombre, seguro viejo y aburrido.
Eran cerca de las 10 de la mañana y no encontraba el taller entre tanta calle, vi de lejos un par de hombres y me acerqué a preguntarles, estaba a unos pasos de ellos y vi como me comían con la mirada, que tuviera que hacer un trabajo de carpintería no significaba que no me pudiera arreglar, no? Llevaba un short con unas botas altas hasta las rodillas, un top sin tirantes que mostraba mi ombligo y una camperita un poquito más larga que el top. Cuando los hombres me dijeron donde quedaba el taller no tardé en encontrarlo.
Toqué la puerta y esperé a que me abrieran.

Cuenta Nico
En cuanto escuche el timbre supe que la nena había llegado, lo que no esperaba al abrir era encontrarme con tremendo minón, la miré de arriba abajo y vi como me miraba mordiéndose el labio.
Flor: Hola soy Florencia - beso mi mejilla-.
Nico: Yo Nicolas, mi padre no pudo venir, así que me quedo yo acá con vos - le sonreí y me acerqué a darla dos besos, ella pasó sus manos por mi cuello para acercarse y noté sus lolas sobre mi pecho, esta piba me estaba calentando - pasá .
Flor: Re limpito está todo - dijo sonriendo recorriendo todo el lugar y luego viéndome a mí.
Nico: Y qué tenes que hacer?
Flor: una casita de madera - enseñando el boceto en un cuaderno que traía en la mano.
Nico: Ok, las maderas están allá, hay algunas cortadas - la señalé el rincón del fondo donde tenía todos los materiales.

Se sacó la campera, dejó lo que llevaba en una mesa, se fue al rincón y comenzó a elegir las maderas. No tardó en poner una tabla y una lima sobre la mesa, se volteó quedando de costado a mí, apoyó la madera y se inclinó sacando cola, esa postura me estaba calentando, y más cuando empezó a mover la lima de arriba abajo en la madera, comenzó lento y fue aumentando el ritmo. Suspiré y me acerque hasta ella, pasando la mirada desde sus lolas que se movían al ritmo.
Nico: Te ayudo -comenté sacándome la remera y quedando en cuero, vi como me miró mordiendose los labios, me puse atrás de ella apoyándola en la cola y le agarré con una mano por la cintura y con la otra agarré la suya que tenía la lima.
Empece a mover la lima haciendo vaivenes pequeños de adelante para atrás rozando mi amigo con su cola.
Flor: mm... - gimió haciendo despertar aún más a mi amigo, soltó la lima pero yo igual seguía con los vaivenes ahora con las dos manos en su cintura - mm... - suspiraba mientras se apretaba más contra mí y pasaba sus brazos por mi cuello-.
Lo siguiente es que estaba frente a mi chapándome mientras desabrochaba mi pantalón.

Cuenta Florencia
Na, este pibe me había dejado tocada desde que lo ví y ahora iba a ser todo mío. Ahora le chapaba mientras le intentaba sacar el jean y ver como la tenía, él había tirado de mi top para abajo y como no tenía corpiño me tocaba las lolas.
Cuando bajó sus besos a mi cuello su pantalón ya estaba caído en el suelo y lo siguiente iba a ser su bóxer.
Lo chupaba mientras que masajeaba y pellizcaba la otra goma, me encantaba lo que estaba haciendo, arqueaba la espalda del placer cuando pasó su lengua entre mis dos gomas y hundió su cara ahí moviéndola de un lado para el otro, empezó a chupar con fiereza una y luego la otra.
Estaba re caliente y mojada cuando noté como la mano de Nico se colaba por debajo de mi short y me empezaba acariciar por arriba de la tanga.
Nico: Pupi... - suspiré poniendo mis manos en su pelada cabeza para que no la sacara de mis gomas - dale nene - pedía notando su mano en mi intimidad volviéndome loca y su boca en mis lolas, ¡no paraba!

Frotaba re rápido, re re rápido por encima de la tanga, mordisqueaba mi pezón derecho, notaba como se cegaban mis ojos, si seguía así iba a llegar ya al orgasmo. No paraba con la mano y mi respiración era entrecortada, estaba agitada cuando Nico me encajó tres dedos haciéndome tocar el cielo.

Cortos de combate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora