la ceremonia

ESQUIZOFRENIA

El pánico que sentía al ver esa herida tan grande que no podía pensar con claridad en cómo podía disimular este dolor. Trate de levantarme de la cama, muy despacio y entre a la ducha. Me sentía mareado y comenzaba a tener visiones extrañas.

Era una chica de aproximadamente cinco años estaba encadenada sobre un taburete tenía moretones en todo el cuerpo y cortadas en los brazos y piernas. Yo solo la miraba mientras que esa niña no paraba de llorar, no le podía ver el rostro hasta que me pude acercar a ella y al alzar la cabeza me pude dar cuenta de que no tenía ojos. Estaba estupefacto lance un grito ahogado y me caí Hacia atrás.

Al despertar de esa visión. Grite como nunca he gritado y me caí al suelo lastimándose la herida y comencé a sangrar todo el suelo, Me levanté rápidamente porque sabía que mi madre llegaría en cualquier momento. Limpie la sangre y salí de la ducha me apresure lo más que pude y me vestí, al terminar salí del cuarto. "que extraño mi madre vendría corriendo si me escuchara gritar de ese modo" tal vez no estaba. Al bajar las escaleras me pude dar cuenta de que mi madre estaba muy preocupada hablando con mi padre así que me escondí para saber de qué hablaban.

-está muy extraño. Ya no sé qué hacer- le decía mi madre.

-tal vez si lo llevamos con un psicólogo- propuso mi padre.

Para interrumpir la conversación llegue rápidamente a la sala y de inmediato cambiaron de tema. Yo solo les dije buenos días y me fui a la cocina tome unas tostadas pero me empezó a distraer una mosca. No me dejaba en paz solo agitaba las manos para que se fuera pero comenzó a molestar más, así que la intente matar hasta que se fue a un espejo. Tome un periódico y le apunte a la mosca para tratar de matarla. Pero algo me distrajo.

-¡DIOS MÍO!- En el reflejo no me veía yo sino el demonio de mi sueño anterior. Quede pálido y me mantuve quieto hasta que extendió un tentáculo y traspaso el espejo tomándome por el cuello. "me estaba ahogando" ya era demasiado así que pedí auxilio comencé a gritar y patalear ya que el monstruo me estaba alzando.

Al llegar mis padres exaltados y luego verlos calmandose me hizo ver que no me estaba pasando nada. 

-¿qué te está pasando Anthony?- me preguntaba mi madre casi llorando.

-no lo sé- le dije. Y corrí Hacia mi cuarto.

"que me está pasando".