la ceremonia

SANGRE MALDITA

Al ver que su abuelo entra a la casa corro hacia la chica y se me ilumina el día. Pero eso duró poco.

-hola- me saludo

-has vuelto, Y con un bebé. ¿De quién es?- le pregunto

-es nuestro- me dijo muy tranquila

-¡¿Qué?!-

-sí. Es nuestro hijo-

Quedé perplejo. Al ver a el viejo reaccione y me escondí en los arbustos le dije que hablaríamos de esto más tarde. Entra a la casa. Salí del escondite, Fui directo a mi cuarto, Yo mismo podía notar que estaba pálido de la impresión que me dio al oír que ese bebe era mi hijo pero mis padres ni me preguntaron solo pensaron que era otra de mis crisis. Me acosté en la cama y tome mucho aire "como puedo tener un hijo" y al decir eso en voz baja me empecé a sentir mareado, la cabeza me daba vueltas sabía que iba a ser una de mis visiones.

Podía ver una piedra gigante con un símbolo grabado en él. Estaba hecho con sangre. Oigo una risa y veo a el viejo Llevaba a rastras el cuerpo de la chica, su cuello estaba cortado aún podía ver la sangre que chorreaba sobre su garganta. Toma una copa negra y la pone en su cuello recogiendo un poco de su sangre, Me llene de furia al ver a mi supuesto hijo acostado sobre la piedra gigante. El viejo derrama la sangre en el cuerpo del bebé.

-eres el elegido y muy pronto tu primogénito también, Estas bendecido por la sangre de los ciervos y de la sangre de tus padres, muy pronto tu hijo también llevara tu sangre- le hablaba al bebé

Mi furia se intensificó no me dejó pensar y le grite al viejo. Al darme cuenta que el me oyó sentí algo que me sujetaba por la espada y no me dejaba moverme al voltear veo a mi hermano. El asombro fue tan grande que casi me desmayo

-¡Hermano!-

Pone sus manos en mi cuello saca un pequeño cuchillo que ya estaba lleno de sangre. Al parecer con el mismo con que habían matado a la chica.

-¿hermano qué haces?- le pregunto casi llorando

-nuestro señor Egeon, quiere Su sacrificio y si lo hago. Me llevara al paraíso

El viejo no decía nada solo me miraba con mucho odio

-¿Por qué yo?-

El viejo lanza una risa tan fuerte de repente que me asusto

-Tu sangre. La necesitamos. Tu linaje está maldito desde hace siglos-

-¿qué?

-¿Entonces por qué no has matado a mis padres?-

-ellos no son tus padres. Tus padres ya fueron sacrificados Y fuiste bañado por la sangre de ellos. Y ahora tu hijo será bañado con tu sangre-

-¡¿QUE?!-

Pero aún no es la hora. Suéltalo- le ordeno a mi hermano

Y al soltarme se me nubla la mente y comiso a ver borroso. Me sacudí la cabeza y me despierto en el suelo de mi cuarto.