ASESINO

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Exaltado por La ira abro la puerta del auto de un jalón, Pero luego de no ver nada grite y grite con todas mis fuerzas, Una y otra vez hasta que no me quedó aliento alguno. "y si es otra de esas alucinaciones" pensé yo en voz alta. Me pegué varias veces, agite mi cabeza, comienzo a tocar el auto por dentro y nada.

-¿buscas algo?-

Al oír esa voz mi rostro cambia de enojado a demente.

-¡¿Dónde está mi hijo?!- le grité dándole un empujón.

-ya se lo llevaron-

-¿Porque haces esto, Si sabes que vas a morir?-

-claro que no. solo necesitan un poco de mi sangre ya que la mía no está maldita- me dice ella riéndose de mí.

-maldita desgraciada- le gritó abalanzándome sobre ella.

-no te atrevas- me grita ella sacándome una navaja.

Yo retrocedo un poco y le preguntó.

-¿Es que acaso no te da algo de remordimiento por matar a tu hijo?-

-No. ha... hay algo más que te quería decir, cuando te dije que eras bueno en la cama te mentí, no entiendo ni como me embarazaste no sabías ni siquiera besarme-

Ella se va al Terminar de decirme esas Crueles palabras burlándose de mí.

"ahora que hago, No puedo dejar a mi bebe, no puedo huir como un cobarde, de todas formas me encontraría".

Necesito saber cuándo será la luna nueva en brazos de luna vieja y acabar con todos de una vez por todas. Pero no puedo ir a mi casa y el poco dinero que me queda se me esta acabando. Luego pensé en el motel. Como la dueña la había matado me encargaría de él diciendo que soy el nieto de la mujer.

Así que entre al motel y fui a ver el cadáver, Pero algo andaba mal, El cuerpo no estaba. Se podía notar que la habían arrastrado, Así que seguí el rastro de sangre y todo apuntaba a un ropero hallado del baño. Respire hondo tomé la manija de la puerta y comencé a abrirla lentamente y no había nada pero era extraño porque la sangre terminaba en el ropero, Cerré la puerta y al voltear vi a la anciana con un gran agujero en la frente y la boca abierta. Yo grite. Luego cerré los ojos y al abrirlos ya no estaba.

Eso me hizo pensar en algo. Así que abrí el ropero de nuevo y el cadáver estaba allí.

Saque el cuerpo tome un cuchillo gigante de carne deje el asco y la descuartice por completo queme los restos en una chimenea gigante en el patio y deje que se volviera cenizas.

Me bañe y me acosté en la cama principal del motel pero no dormí en lo absoluto solo me quede pensando en cómo salvaría a mi hijo y como saldría de esta clase de maldición liberándome de Egeon.


la ceremoniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora