la ceremonia

LOCURA TOTAL

Me estoy volviendo más y más loco. Ya no se diferenciar lo real con lo imaginario cada vez que volteo para una parte veo a un niño muerto. Pero para calmarme lo único que hago. Es cortarme los brazos. Desde la tercera semana cada vez que veo una visión de un niño muriendo me marcó en el brazo con una cuchilla.

Llevo veinticinco hasta ahora y solo han pasado cinco meses y cada muerte que veo es más y más dolorosa Y fuerte que el anterior pero este que me voy a disponer a escribir me ha asqueado de mil formas.

Una niña aproximadamente de doce años esta encadena en una mesa junto a un plato básico. Y de un momento a otro llega el viejo con una charola de... Intestinos de humano. Al acercárselos, la niña comienza a llorar

-por favor señor no me haga comer eso-

-tienes que comer. A nuestro rey Egeon no le gusta que sus siervos estén mal alimentados- le decía el viejo riéndose de ella en su cara

Tomo una cucharada y podía ver como la sangre se derramaba. Le abrió la boca y le metió la comida de un empujón. Quería vomitar, expulsar las tripas que el viejo le había metido. Pero le puso la mano en la boca con mucha fuerza para que no escupiera

-trágatelo- le exigía

Ella solo decía que no moviendo la cabeza. Pero se resignó y de un jalón se tragó todo. El viejo le quitó la mano de la boca. La chica le suplicaba piedad mientras que el solo tomaba otra cucharada y se lo ponía en la boca como si fuera un bebe

-no... Por favor basta. Se lo suplico-

-Pero aun no has comido nada- le dijo y de un momento a otro la chica se enoja

-¡DÉJAME EN PAZ!- gritó ella

El viejo se enojó. Coge la cuchara toma impulso y se la entierra en el cuello. La chica solo queda inmóvil trata de abrir la boca y lo único que hace es escupir sangre. Unos segundos más. Después cierra los ojos muriendo con una cuchara en su cuello. Pero después el viejo se lo desenterró. Lo toma suavemente y la lame con mucha delicia. Luego se ríe como un demente. El sonido de esa risa retumba en mis oídos cada mañana en que me levanto.

***

He dejado la escuela y mis padres me llevan diariamente con un psicólogo. Yo solo digo que veo cosa extrañas cuando no las hay. Por qué sé, que si le digo más de la cuenta de seguro me llevaran a un manicomio y ahí sí que estaré peor. Solo quiero esperar a que la chica regrese pero ya han pasado siete meses y todos los días espero a que vuelva.