LA CEREMONIA: PRIMERA PARTE

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Al amanecer tomé un autobús que iba directo hacia mi casa, Pase más de dos horas en el autobús rodeado de gente extraña que olían horrible pero no les prestaba atención en lo absoluto. Hasta que hoy algo que me dejó paralizado de pies a cabeza. Un hombre estaba hablando con su hijo en la parte de atrás del autobús y yo estaba delante de ellos así que por más bajo que hablaran yo los podía oír, El hombre le daba un abrazo al chico y le decía que iban a ver el eclipse de esta noche y se ponían a hablar que la luna que se iba a colocar púrpura.

En ese momento grite por mis adentros, se me salió una que otra lágrima. mi preocupación aumentaba. "es hoy. Van a tratar de matarme hoy".

Con más razón tenía que recuperar a mi hijo y acabar con esta secta de una vez por todas.

Al bajar del bus voy directo a mi casa y a escondidas subo las escaleras, voy directo a mi habitación, Al parecer mis padres aun no llegaban. Me acosté en mi cama y me pegaba una y otra vez en la cabeza diciéndome a mí mismo que pensara en cómo salvaría a mi hijo. "El arma de mi padre". Pensé. Si lo encontraba podría defenderme, por mi hijo estaba dispuesto a matar. Recorrí por toda la casa buscando la pistola de mi padre hasta que pensé. Dónde escondería su pistola y en ese momento pensé, En el armario, el siempre desde que yo era niño le gustaba esconder todas sus cosas en el armario de su cuarto. Al llegar al armario lo abro con toda prisa y busco por todas partes pero solo veía escondido dinero, Hasta que vi hacia arriba y ahí estaba la pistola con una caja de balas. Sabía usarla a la perfección ya que mi padre me había enseñado hace unos años en una granja donde aprendí disparando a latas. Revisé si tenía balas y no tenía así que tomé la caja y le se las meto a la pistola.

Ya era de noche y la luna ya casi estaba púrpura. Me apresure, tome la pistola y fui directo a la casa del anciano pero todo estaba oscuro así que me fui a su patio y hay estaban todos en forma de circulo y rodeaban al aciano sosteniendo al bebé y a su nieta sentada en una silla comiéndose las uñas.

Comenzaban a bailar una extraña canción y se arrodillaban alabando una piedra que ya estaba llena de sangre toman a mi bebé y lo acuestan en la piedra gigante. Eso me enfureció más así que tomé la pistola con más firmeza y fui directo al patio, abrí la cerca con todas mis fuerzas apunte a todos con la pistola, el anciano solo se ríe y me señala con la mano para que me acercara hacia el.

-te estábamos esperando- dijo el anciano riéndose a carcajadas.

Yo solo no pensaba en nada mi mente estaba nublada por la venganza así que le quite el seguro a la pistola y apunte directo a la cabeza maldito viejo.


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