Necesitar

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Es Jueves, decidimos visitar uno de los lugares más emblemáticos para le religión católica que existen en el mundo, la Basílica de Guadalupe. Y antes de que te lo preguntes, no, no te hablaré de religión,eso no va conmigo.

Después de maravillarme con construcciones tanto contemporáneas como antiguas, salimos de ese lugar y nos fuimos a un restaurante cercano, en él cada quién ordenó lo que deseaba comer y satisfechos de estómago y algo cansados por tanto caminar, nos dirigmos al hotel de nueva cuenta. Parecía que todo se repetiría, un simple día de visita, y nadamás.

Raramente decido irme a dormir temprano, entre las 12 y y 1 de la madrugada. Al despertar, eran las 9:20, lo recuerdo perfectamente, y lo primero que hice, como todos los días, fue revisar los mensajes que no había respondido, y cómo lo has de esperar, había un mensaje de ella, que llegó a la 1:04 de la mañana, pocos minutos tenía de haberme quedado dormido, y pensé inmediatamente, en todo lo que a ella correspondía, dejé esa sensación que tenía de no pensar en ella, y dije dentro de mí: ¿Estará bien? ¿Le habrá pasado algo? ¿Qué necesitará de mí? Necesito verla, necesito hablar con ella, al carajo lo que había decidido, me necesita. 3 o 4 líneas de conversación después, me di cuenta que no era así.

Hagamos un recuento de lo que pasó hasta ahora: Me prometí ignorarla si me buscaba, no llamarla aunque por dentro sintiera que me quemaba por un "Hola" de su parte. Y así sucedió por varios días, no me llamó, no me buscó. Pero cuándo sucede, mi mundo cambia completamente, ignoro toda mi planeación, ignoro a mi mente, y le doy su lugar al corazón, porque él sabía que si existió la posibilidad de que me necesitara, podía existir la posibilidad de tenerla dentro de él una vez más.

Ya estamos a Viernes, nuestro último lugar a conocer en la capitál es éste día, nuestro autobús parte el Sábado por la tarde. Vamos a Xochimilco un bello lago ubicado a las afueras de la ciudad, el que recorres en pequeñas embarcaciones de madera, te cuentan algo de la historia del lugar, te dan comida típica y algunos mariachis te pueden tocar melodías a tu gusto mientras comes o disfrutas del paseo. (Lector, si te es posible viajar a conocer este lugar, hazlo,es muy bello.)

Sábado por la mañana, me levanto de la cama e inmediatamente sigue una ducha y el desayuno de todos los días, fruta (la comida del hotel no era de mi agrado en su totalidad.) preparamos nuestras maletas, las cosas que habíamos comprado en las variadas tiendas de la capitál, y nos dispusimos a dejar la habitación y dirigirnos a un restaurante para nuestra última comida antes de abordar el autobús. Yo le envío un mensaje a Gabriela para decirle que partiremos de la ciudad con rumbo a Monterrey, la ciudad que me vio nacer, crecer y en la cuál sigo viviendo hasta la fecha, ella me contesta con un "Que tengan un buen viaje" que aunque algo seco, me agradaba haberlo leído, debo admitirlo.

Y partimos, 12 horas de regreso a mi hogar, pero ahora no estoy pensando que necesito olvidarla, pienso que necesito verla.


Amor de metrópoliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora