Te Acabare

3. Digo adios.

Hoy era el día, Merrie le dijo a Yui que para encontrar a Kupo comenzaría a asistir a la misma escuela que el, Yui estaba nerviosa ya que nunca había ido antes a la escuela, pero sabía leer, eso era algo, y sabía escribir, ya que en los atentados era crucial dejar una nota afirmando que fueron ellos.

Yui se vistió con su ropa de siempre, salio de su habitación pero en ese momento Nikoi, una de las chicas de Criminal Minds se acerco a ella, era lo más cercano que Yui tenía como amiga.

- Yui ¿emocionada por tu misión? - dijo Nikoi.

- claro, ya quiero ver mis dedos manchados de ese rojo carmesí - dijo Yui algo  excitada por la idea.

- me encanta cuando llamas así a la sangre - dijo Nikoi y luego la miró de arriba hacia abajo - me dijiste que para tu misión y encontrar al bicho ese irías a la escuela.

- si.

- pues no iras así - soltó Nikoi como lo más normal del mundo - no quieres que te reconozcan ¿verdad?

- uh, no, pero...no tengo más ropa - dijo Yui al verse.

- pues te llevaré a un lugar secreto, pero no puedes decirle a nadie ¿okey? - dijo Nikoi y luego movió la cabeza en negación - salvo a la líder.

- claro - dijo Yui, siguiendo a Nikoi.

Llegaron a un pasillo de la antigua escuela, había una puerta y al abrirla una nube de polvo envolvió a Yui la cual tosio un poco. Al encender la luz Yui notó que había mucha ropa, maquillaje y disfraces ahí.

- es la habitación de disfraces que tenían, aquí encontraremos algo para ti - afirmó Nikoi.

Luego de un rato Nikoi le dio a Yui un vestido rojo, un poco más largo que el que traía, con una blusa casi del mismo tono sólo que algo más clara y una corbata blanca.

Yui se dejó las coletas y su flequillo que tapa casi por completo la cinta que cubre la ausencia de su ojo, pero deja a la vista su cicatriz.

- Yui, siempre e querido preguntarte ¿como perdiste tu ojo? - hablo Nikoi mientras acompañaba a Yui a la oficina de su lider.

- pues...- Yui trató de recordar, pero no lo lograba, lo único que recordaba, su recuerdo más lejano, era despertar en una habitación sucia, era pequeña, tenía algunos cortes y le faltaba su ojo, en el momento que despertó y así de pequeña Yui sentía un deseo de ver correr ese líquido carmesí. - ...no lo recuerdo.

- bueno, no importa, nos vemos, suerte en tu misión - Nikoi se fue dejando a Yui frente a la oficina de su lider, al entrar escaneo el lugar, siempre había algo nuevo y este caso no era la excepción, había una pistola negra, pero con unas manchas de sangre. Su madre estaba en su "trono" detrás del escritorio. Yui hiso una reverencia mostrando respeto, como siempre.

- arriba, Yui - ordenó su madre con voz aburrida.

- ¡ozzu! - Yui se levantó y se acercó al escritorio, su madre levanto la vista de la pistola que limpiaba, era blanca, la que ella usaba además de su espada samurái.

- te ves muy bien, Yui - dijo su madre, Yui sonrió - creó que te tomas encerio la misión, ¿estoy en lo correcto?

- si, señora - afirmó Yui.

- hija - Yui miró a su madre, era sorprendente que la llamará así - digo...Yui - se retractó - con esa ropa no podrás llevar tu espada, como suponía, por eso es que te daré esta preciosidad - hablo refiriéndose a la pistola manchada de sangre - es mi primer arma, hazme sentir orgullosa de dártela y si no fallas tendrás mi confianza.

- si, señora - volvió a afirmar mientras tomaba la pistola, era realmente hermosa para Yui.

- y Yui, aquí hay una imagen de Kupo, la necesitarás para reconocerlo - su madre le tendió la foto, era de mala calidad pero se reconocía a un chico rubio de traje negro, típico de un soldado, tenía un fleco al igual que ella que cubría casi por completo un parche.

Yui no sabía el porque pero se le hacia conocido. Guardó la imagen en el bolsillo de su vestido.

- Yui, este chico es...¿como decirlo?...especial...tuvo un incidente cuando pequeño, hay rumores que dicen que odia a todo nuestro clan, pero no es un odio normal, es un odio casi enfermo - hablo Merrie.

"¡Ja! Es un idiota...esperen ¿incidente?" pensó Yui.

- ¿que incidente? - preguntó Yui con curiosidad.

- si...eh, cuando pequeño lo alejaron de su...hum...madre y su hermana y...eso es lo que se, puedes irte, y que no te descubran, nadie, podrían matarte, tomate tu tiempo, fuera del pueblo hay una casa morada que antes era mía y de...nada, puedes quedarte ahí hasta que completes tu misión - Yui notó la incomodidad de su madre, y ella quería seguir viviendo así que dejó de preguntar y se fue a la nueva escuela de Uru-seru.

"Adiós, mamá". Pensó Yui pero jamás le diría eso a su líder.

Kupo se preparaba para un día más de escuela, su novia le informó que Yui, su objetivo, también iría.

- Nikoi, ¿segura que no te han descubierto? - preguntó Kupo, fingiendo preocupación.

- claro que no, la tonta de Yui estará con un vestido rojo y unas coletas, la reconocerás de inmediato, tiene una cicatriz en su cara - hablo Nikoi a través del teléfono escondida en la habitación de disfraces.

- bien, adiós Nikoi - se despidió Kupo, la verdad era novio de Nikoi sólo para obtener información sobre el clan Criminal Minds

- adiós Kupo y porfavor, matala de una vez, no la soportó - Nikoi colgó y Kupo término de arreglarse, se puso una camisa azul marino, un chaleco más claro y una corbata grisácea, como no podía llevar su pistola ya que no podía llevar su cinturón opto por llevar su espada. La escondió con el chaleco.

Kupo vio nuevamente la imagen de Yui y la guardó en su bolsillo del pantalón por si se le olvidaba como era, aunque algo de ella le resultaba familiar.

Salió de su habitación y se dirigió al despacho de su padre.

Sólo entró para informarle que estaba listo.

- bien hijo, suerte en tu misión, no falles, esa chica no debe existir - dijo su padre la última frase con odio, para Kupo era comprensible, el también odiaba la basura - ¡ah! Y tarda lo que necesites, no debes dejar que te descubran en la escuela, así que deberás seguirla a la salida, trata de que sea alejado del pueblo, recuerda que el ejército no es de hacer estas cosas.

Kupo asintió y salió del despacho de su padre y partio a la escuela.

"Adiós, papá". Pensó Kupo sin embargo jamás se despedía, igual como su padre no lo hacia.

~ NekoSarcastic.