El pequeño rubio no pudo evitar tensarse ante el acto del azabache, éste había tomado una de sus manos y acto seguido entrelazó sus dedos.
-Vamos, Tweek, quiero mostrarte algo.
Él no contestó, simplemente asintió y confió en su amigo ciegamente. Siempre lo hacia.
Fijó su atención en el cielo, se podían apreciar perfectamente todas las estrellas gracias a que estaba totalmente despejado, pero esto duró poco tiempo ya que el choque contra algún árbol lo hizo volver a mirar el camino.
Repentinamente el mayor se detuvo, por suerte el pequeño rubio también lo hizo antes de que ocurriera algún accidente.
-¿C-craig?
-Aquí es.
El azabache soltó su mano y caminó unos pasos para luego tumbarse en el pasto que aún estaba algo mojado por la lluvia, al ver que su amigo no reaccionaba le hizo una seña para que se recostara a su lado. Él obedeció al instante.
-Nuestros padres nos matarán si se enteran que estamos aquí ¡Aagh! Además aquí podría haber una asesino-giró su cabeza levemente para poderlo mirar- ¿estas escuchándome? ¡Un asesino!
-Contemos las estrellas.
-Por Dios, Craig, nunca acabaríamos.
-¿Y eso que? Podemos venir cuando sea.
-Pero eso es mucha presión para mi ¡Aagh!- comenzó a tirar de sus cabellos.- no podría contar más de 20.
El azabache comenzó a reírse ante la ansiedad del menor, pero no sin antes tratar de calmarlo para que no se arrancase la mitad de su cabello.
-Cuando sea mayor me convertiré en astronauta y así podré contar todas y cada una de las estrellas.
-¡Pero podrías morir, Craig!- el pequeño rubio se incorporó de golpe- pensemos en algo más seguro.
-¿Cómo que?
-No lo sé
Los dos niños se quedaron pensando mientras observaban en cielo, el silencio no duró mucho pues al mayor se le ocurrió una idea.
-El planetario- al decirlo su mirada se iluminó.
-¡Aagh! Claro, parece buena idea, podríamos ir mañana.
-No, no me refiero al de este pueblo, hablo sobre el que está en la gran ciudad.
-Tendríamos que pedirles a nuestros padres que nos lleven.
-Nos rechazaran, hagamos algo, cuando seamos mayores y podamos hacer lo que queramos iremos.- se incorporó para quedar mirarlo a la cara y extendió su meñique ante él- ¿promesa?
-¡Aagh! Pero para ser mayores...
-¿Promesa?- insistió interrumpiendo a su amigo.
-Esta bien, es una promesa.
Entrelazó su meñique con el del azabache sellando el comienzo de algo importante para los dos. Su propia promesa.
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Nuestra Promesa [Creek]
Fanfiction¿Cuanto importancia le das tú a una promesa? Seguramente para ti sean unas simples palabras que terminan olvidadas por el tiempo, pero para Tweek y Craig no lo es.