—Tweek, eso no se puede.
—¿Por que no?
El azabache suspiró, tomó su rostro y lo acercó ligeramente a él.
—Ya te lo he dicho, te dolerá el estómago y luego no podrás salir del baño.
—¡Agh! Pero yo quiero esa combinación.
—Eh, d-disculpen— Interrumpió el chico del mostrador.—Hay gente esperando ahí atrás.
Los dos miraron al vendedor al mismo tiempo, Craig soltó al menor y suspiró.
—Disculpe, quiero una de fresa y otro de chocolate.
—¡Craig!
—¡Shhh!
El rubio bufó y fue a sentarse a una banca que se encontraba cerca del puesto de helados, echó su cabeza hacia atrás y cerró lo ojos.
Habían pasado dos semanas desde que decidieron iniciar su relación, Tweek se sentía muy cómodo estando junto al azabache pues no había cambiado mucho en la manera que se comportaban.
—Teñido—la voz del mayor lo hizo salir de sus pensamientos, estaba parado frente a él con una mano extendida ofreciendo el helado.—Tómalo rápido que se derrite.
—Ya te dije que soy rubio natural.—dijo al mismo tiempo que lo tomaba.
—Te gusta la fresa ¿verdad?
—Si, pero yo quería algo con picante y chocolate.—le reclamó al otro frunciendo el ceño.
El azabache puso los ojos en blanco, se sentó a su lado y lo tomó de la mano.
—La próxima vez te comprare un bote entero con tus combinaciones extrañas.
—E-está bien—se sonrojó ante la acción del contrario y tragó saliva, aún no se acostumbraba a estas cosas.—¿A dónde iremos después?
—Yo tenía planeado ir a un balneario, digo, el calor que hace es horrible.
—Yo no se nadar
—Pero yo si, así que confía en mi, ¿de acuerdo?
El rubio asintió y apretó más la mano del mayor. Sabía que si estaba con él todo estaría bien, así había sido desde que eran niños.
* * *
—¡Agh!¡C-Craig ayúdame, me voy a ahogar!—gritaba el menor mientras se aferraba sus piernas alrededor de la cadera del otro y clavaba ligeramente sus uñas en la espalda del azabache.
—Ya te dije que no pasa nada, deja de comportarte como loco.—frunció el ceño maldiciendo todo por tener esa grandiosa idea.
—No puedo hacerlo, tú sabes que el agua me da miedo.
El más alto bufó, iba a reprocharle algo pero entonces sintió como la respiración de Tweek se volvía más rápida y pequeñas gotas caían en su hombre derecho. Estaba llorando.
—Ey, no te pongas así, lo siento.—lo levantó ligeramente para acomodarlo tomándolo de los muslos y acarició su espalda consolandolo.—¿te parece si voy a comprarte un flotador?
El rubio asintió, seguido, el otro lo levanto por la cadera sentandolo a la orilla de la piscina. El azabache tomó impulso y salió para recoger algo de dinero de sus pantalones, entonces corrió hacia un pequeño puesto que vendía recursos para un día perfecto en aquel balneario.
Regresó en menos de 5 minutos con un flotador rojo, no pensaba cobrarle a menos que él se lo recordara pero sabía que eso no pasaría.
* * *
Los dos chicos se encontraban aún en el balneario a las 6 de la tarde, a Tweek se le veía feliz aunque también un tanto cansado.
—Craig— lo llamó el rubio susurrando.
El antes mencionado se encontraba flotando boca arriba con los ojos cerrados.
—¿Qué quieres?
—¡Agh! U-unos niños se están burlando de mi.
—Me alegro.
El menor se acercó a él impulsandose con sus manos y le mojó un poco el rostro.
—Hablo en serio.
—Está bien.
Tucker se puso de pie buscando la "amenaza", inmediatamente logró identificar a dos niños que reían mientras miraban a su pareja y se acercó a ellos.
—¿Qué es lo que quieres, grandulón?—exclamó uno de los niños en cuanto notó su presencia.
—Primero, deberías tenerme más respeto y segundo, dejen de burlarse del tipo de allá.— señaló con su dedo índice al rubio.
—¿Por qué deberíamos hacer eso? Es tan tonto que no sabe nadar.
Tras comentario del segundo niño, el otro comenzó a reírse.
—Miren,mocosos, vamos a dejar una cosa en claro.—se agachó para quedar a su altura y tomó a cada uno por los hombros— Mi compañero es muy sensible así que van a dejarlo en paz por las buenas.
—¿Y-y si no queremos?—replicó el niño de mayor estatura.
El azabache pensó un momento, vio que uno de ellos tenía un pelota típica de playa, entonces se la arrebató y retiró el tapón de un tirón.
—¿Nos vamos entendiendo?—el mayor les dedicó una sonrisa, esa sonrisa que tanto temor inspiraba a cualquiera que la viera, mientras el aire salía de la pelota hasta desinflarse por completo.
Los niños comenzaron a llorar y salieron de la piscina a darle la queja a sus madres. Craig suspiró enfadado y se dirigió hacia el menor.
—¿Dejarán de molestarme ya?
—Ellos ya no son el problema, Tweek, sus madres están furiosas conmigo.
—¡Agh! ¿Pues qué les hiciste?
—Sólo les di una pequeña amenaza, no es para tanto—el azabache puso los ojos en blanco—como sea, vámonos de aquí ya.
* * *
La pareja se encontraba de regreso a casa en el último camión que pasaba ese día. Tweek se había dormido en el hombro del mayor y también babeaba ligeramente.
El otro no hacía más que mirar por la ventana, las estrellas podrían apreciarse mejor de lo que él esperaba. De pronto, su celular comenzó a sonar.
—¿Si?—contestó.
—Eres un idiota—gritó enfadada la persona al otro lado de la línea.—¿Dónde carajos estás?
—Phill, relájate un poco.
—¿Que me relaje? Es que en verdad eres idiota.
—Deja de insultarme ya y sólo dime que ocurre.
—¿Es que en serio no recuerdas que día es hoy?
—No.
—¿E-entonces tampoco recuerdas que prometiste que pasaríamos mi cumpleaños juntos?
La voz del castaño se había convertido en un susurro.
—Discúlpame, lo olvidé completamente, si quieres después de dejar a Tweek en su casa puedo pasar...
—¡No!—Phill lo interrumpió—tú bien sabes todo lo que me ha pasado en está fecha y aún así no te importó.
—No digas eso, Phill, sabes que en verdad te apreció pero quedé con Tweek.
—Tweek esto, Tweek el otro, ¿es que en serio preferiste pasar este día de mierda con él en vez de estar conmigo apoyandome? En verdad pensé que eras mi amigo.
El mayor abrió su boca para decir algo, pero el otro ya había colgado, entonces inmediatamente la cerró y se dio una palmada en el rostro por su idiotez. Está vez si que la había cagado.
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Nuestra Promesa [Creek]
Fanfic¿Cuanto importancia le das tú a una promesa? Seguramente para ti sean unas simples palabras que terminan olvidadas por el tiempo, pero para Tweek y Craig no lo es.