•Narra Leah•
En poco tiempo, la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras se había convertido en la favorita de la mayoría, excepto claro, de la pandilla.
Aunque yo solía fingir que odiaba la clase, me encantaba, al igual que el profesor Lupin, el cual se había convertido en un gran amigo.
Pasábamos tardes enteras en su oficina, charlando de nuestros problemas, hasta me daba algunas lecciones de defensa extras, por las dudas.
Pero todo cambió un día, en el cual yo desayunaba tranquilamente junto a los chicos en la mesa de las serpientes, hasta que divisé a Orión, la lechuza que compartía con Draco.
Tenía una carta de mi padre, la cuál decía:
Leah Lynx:
Desde que naciste te inculcábamos los valores de los sangre pura, creí que habíamos hecho lo correcto educándolos a tí y a tu hermano, pero me equivoqué.
Tu amigo, Theo, me comentó que en tu primera clase de Defensa habías tenido miedo de enfrentar un simple boggart.
Eres una VERGÜENZA.
¿Cómo es eso de que no te casarás con un sangre pura?, LO HARÁS
Créeme que si pudiera sacarte el apellido Malfoy en este instante, lo haría sin pensarlo dos veces, pero debemos pensar en lo que dirá "El Profeta", si se entera, pudiéramos llegar a ser una noticia más escandalosa que la de Sirius Black.
Pero imagínate, lo que diría el Señor Tenebroso, que está a punto de volver...
Quítate la estupidez de la cabeza, y aléjate de ese híbrido Lupin; Theo me dijo que andabas últimamente mucho con él, y tus amigos me lo confirmaron.
Recapacita, eres una Malfoy Black.
Espero no escuchar más quejas sobre tu intolerable comportamiento,
Lucius Abraxas Malfoy.Salí corriendo del Gran Comedor con la carta en las manos, me aseguré que nadie me seguía, hasta que llegué a los jardines, me senté debajo de un gran árbol y lloré.
Me dirán débil, lo admito, lo soy.
Seguí llorando, con las manos en la cara por un buen rato.
Aún no podía creerlo, Theo me había hecho todo esto a mí, y eso que yo creía que era mi amigo...
Lloré más fuerte, hasta que sentí que alguien se sentó a mi lado, iba a mandarlo al diablo, pero cuando me di cuenta de que era Matthew Lovegood, no me dieron ni fuerzas para gritarle, ya que sabía que el chico tenía un genio insoportable.
— Hey —dijo mirando un punto específico en los jardines.
Dejé de llorar para mandarle una mirada fulminante.
— ¿Hey qué? —le respondí notablemente irritada.— déjame ahogarme en mis penas, estoy sola y siempre lo voy a estar... —sollocé.
Hubo un minuto de silencio, hueco; hasta que me respondió:
— ¿Crees que eres la única con problemas?—y me miró, por primera vez nos miramos a los ojos.—, cientas y tal vez miles de personas enfrentan lo mismo todos los días y tú, como eres la princesita de Slytherin te quejas, tienes mucho a tu alrededor, no importa lo que diga tu padre,—dijo echándole una mirada rápida a la carta que tenía aún entre mis manos,— sigue tus instintos y lo que tú crees correcto. No es malo ser diferente, Leah, es genial; te lo digo por experiencia propia.
Lo miré a los ojos unos segundos antes de responder:
— ¿Y a tí que te sucede?, luego de odiarnos por un tiempo vienes un día y me dices un discurso tan...
Y ahí me callé.
Ya entendí todo, el gran Lovegood tenía un problema.
— Ya entiendo...—susurré, y él rápidamente levantó su mirada del césped para mirarme—, ¿es por lo de la iniciación, no?
Inclinó la cabeza hacia adelante, afirmando mis sospechas.
— Tus amiguitos me obligaron a hacerle una broma a Sofía...
— ¿La rarita?— le interrumpí.
Me lanzó una mirada asesina antes de continuar.
— Es mi hermana, es lo más importante para mí, lo compartimos todo, y ahora no quiere hablarme, además de que la pandilla me prohibió verla, y ella no quiere escuchar mis razones; lo hice para protegerla de ustedes... ¿Recuerdas la primera noche en el castillo?
¿Cómo olvidar ese día?, pasó un rato hasta que le respondí.
— Hagamos un trato...
Me miró atentamente:
—Convenzo a la pandilla de que ella es inofensiva y de que puedas verla, y sí quieres hablo con ella, para que explicarle que estás en el grupo para protegerla, y tú me encubres cuando yo quiera... ¿Está bien?
Me miró sorprendido:
— ¿No eran tus amigos?
—Eso creí, pero luego de esto —dije agitando la carta— no estoy segura... ¿y...aceptas?...—le tendí la mano.
—Es un trato —me la estrechó luego de meditar un par de segundos.
Después de todo el tipo no era tan malo, pero tampoco me caía bien del todo.
Luego de charlar un rato, quedamos que hasta la noche tenía que "solucionar" el tema de su querida hermana, y luego nos separamos, lo vi adentrarse al castillo, mientras yo me dirigía al campo de Quidditch, no me gustaba mirar los enfrentamientos entre las casas, ya que tenía miedo de que alguien muriera jugándolo, es un juego muy rudo, además de que le tenía terror a las alturas.
Estaban los leones entrenando; me senté en una de las gradas a observarlos.
Luego de un rato, al verme, el capitán Oliver Wood, se bajó de la escoba, haciendo que todos también lo hicieran.
— ¡Vete Malfoy!— me gritó Spinnet, viniendo peligrosamente hacía mí.
Rodé los ojos.
— Es un lugar público.—yo sentía sentada tranquilamente.
—Lo es, pero nosotros no vamos a sus entrenamientos a espiarlos para robarnos las tácticas —Wood, se acercó a poner una mano en el hombro de Spinnet, en señal de apoyo, mientras que los demás miembros del equipo de Gryffindor se acercaban.
Me paré desafiante.
— ¿Para qué querría sacar tácticas de una ballena que se hace llamar "cazadora"?
Spinnet sacó rápidamente la varita, haciendo que yo también lo hiciera, mientras ambas nos apuntábamos con ellas.
— Déjala, Alicia —era Angelina, la cual se interpuso entre nosotras—, Leah no hizo nada desde que llegó, estuvo sentada y tranquila, además de que ella no sería capaz de eso...
De repente, en mi pecho, sentí una cálida ola de agradecimiento hacia la morena.
— ¿Y si lo hace? —la dulce Katie Bell, también lucía enojada.
—Yo me hago responsable,—continuó la chica Johnson—Leah es una buena chica, se los aseguro.
Cuando Spinnet iba a replicar, unos pelirrojos idénticos, se le adelantaron, uno de ellos comenzó diciendo:
— Confió en la palabra de Angie—y la rodeó con el brazo derecho.
El otro también habló:
—No se parece a Malfoy, es linda...
Sentí mis mejillas arder, así que miré hacia otro lado.
—Es una mortifaga—comenzó Potter
—Hagámosle caso a los chicos esta vez—le interrumpió Wood, el cual me estudiaba con la mirada—, ya escucharon, cualquier cosa Angelina se hace responsable... sigamos entrenando.
¿Quiénes eran esos gemelos pelirrojos y por qué se me hacían tan familiares?...
Tenía que investigarlos, pero eso podía esperar...
Me quedé sentada mirándolos entrenar mientras anochecía,estaba sola, pero por primera vez me sentía bien así; no podía dejar de ver a los gemelos pelirrojos, no sé porque pero presentía que traerían un gran mal en mi vida, y no me enteraría hasta años después de que no me equivocaba.
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"Capítulo dedicado a Alan Rickman que lamentablemente nos ha dejado, 1946-2016. Un gran hombre, actor y director de cine, que recordaremos por siempre como nuestro Profesor Severus Snape.
—After all this time?—
—Always—"
~Sofía y Leah~.
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Espiando gemelos pelirrojos
FanfictionLeah Malfoy espera que su tercer año en Hogwarts sea normal pero la llegada de Sofia y Matthew marcarán algo importante en su destino. Bromas al doble y cabellos naranja invadirán sus vidas, una Slytherin, una Hufflepuff y dos Gryffindors, sin duda...