Roommate ➸ Bang Yongguk

Cap 5 Nae ireum-eun Kim Haru

- Y entonces, sus labios chocaron contra los míos – conté mi historia a Ha Ra, la cual estaba sentada en el piso de mi habitación escuchándome como si de una película se tratara – Matare a Jong Up. Le cortare la lengua en trozos.

- Haru – Dijo en suspiro – Solo fue un beso, no es como que si fuera de mucha importancia.

Me quede pensativa por un momento mientras metía una menta en mi boca.

- Además – hizo una pausa – pienso que te gusto por la forma en que actúas.

- ¿¡TE VOLVISTE LOCA!? – Salí de mi cama de un brinco dándole la espalda a mi amiga.

- Si no es así ¿Por qué tu cara parece una fresa mal formada? – Su tono sonó como si estuviera molesta.

Me gire y la mire de brazos cruzados - ¿Por qué te quejas cuando ni si quiera fue mi culpa que nos besáramos?

Ella suspiro.

- No me molesta el hecho de que lo besaras – se levantó y se colocó en frente de mi tomando mis hombros – me molesta el hecho de que no aceptes de que ese chico – señalo la puerta de la habitación haciendo en tender que él estaba afuera en algún lado de la casa – te está volviendo tu mente y corazón de cabeza y no lo aceptas – Suspiro exasperada – Kim Haru déjate amar por una vez por todas.

Camino hasta la puerta y desapareció de tras de esta ¿Dejarme querer? ¿Por ese ser? Ni que estuviera loca...y no él tampoco me gustaba, no tenía tan malos gustos. Salí de la habitación directo a la cocina, no había cenado la noche anterior ni desayunado en la mañana por el hecho de querer evitarlo, puse un poco de música en mi teléfono y comencé a bailar mientras movía los huevos para hacer unos panqueques, cantaba mientras terminaba la mezcla y colocaba en el sartén, casi se me cae el sartén al suelo cuando sentí la respiración de alguien en mi oreja al voltear enseguida era Young Guk.

- ¿Qué cocinas? – Pregunto con su voz gruesa mi reacción fue retroceder en silencio a lo que el arqueo una ceja.

- Eh...Yo...eh... - Si me había puesto nerviosa y las palabras no se formulaban, el soltó una risita.

- ¿Tú qué? – Se acercó a mi rostro a lo que yo sentía que mis mejillas se calentaban, él tenía una sonrisa burlona en su rostro – Kim Haru. Ni lo sueñes. Tus labios no volverán a tocar los míos – Se separó de mi volviendo a su altura y volvió a sonreír – Mis labios son sagrados como para que cualquiera los bese.

- Púdrete – me quede pensativa – ¿Me llamaste por mi nombre?

- Nop – Se fue alejando de la cocina – Claramente dije E-Na-Na.

En ese momento me volví loca y grite toda serie de insultos ¿Cómo a Ha Ra se le podría ocurrir que me guste alguien de ese tipo? De solo pensarlo me da miedo. Termine de hacer mis panqueques, estaban realmente buenos, tenían un sabor espectacular, me recordaban a casa...aunque mejor dicho a mi madre, mi madre biológica, recordar a mi madre hizo que lagrimas brotaran, de verdad la extrañaba, limpie las lágrimas con los puños de mi suéter pero aun así seguían apareciendo.

- ¿Por qué lloras? – Me estaba volviendo loca justo en ese momento escuche la voz áspera de Him Chan. Subi mi mirada y ahí estaba el con su cabello negro cayendo sobre su frente – Oh Lo siento la puerta estaba abierta.

- Me debo de estar volviendo loca.

Después de estar como 10 minutos que fueron infinitos para mi Him Chan me dio una menta.