Cap 7 Sentimientos encontrados

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Su rostro estaba pegado al cuerpo del chico, la noche anterior después de haber hecho el pacto o apuesta más absurdo que se les ocurrió se quedaron viendo películas hasta quedarse dormidos y por alguna razón quedo aquel chico totalmente acostado en el mueble de cuero con la pequeña chica durmiendo plácidamente encima de él. Un brazo de Young Guk estaba sobre la espalda de Haru abrazándola.

Este al abrir los ojos y encontrarse con la cabellera alborotada de la chica se sobresaltó y ritmo cardiaco aumento, quito su mano con suavidad de la espalda de Haru para no despertarla y al intentar quitársela de encima esta enrosco su brazo en el cuello del chico escondiendo su cara en el cuello también. A Young Guk se le erizo la piel al sentir la respiración tranquila de Haru en su cuello, al no encontrar manera de salir de ahí opto por dormirse de nuevo.

Haru pasadas algunas horas comenzó a abrir los ojos poco a poco y sus ojos se abrieron por completo al encontrarse con la manzana de Adam de Young Guk, esta vez estaba la chica pegada de espaldas al espaldar del mueble, el chico alto estaba en frente de ella abrazándola de la cintura y con una pierna entre las suyas. Ella subió la mirada para encontrar los labios de él, los cuales estaba entre cerrados dejando salir su respiración, se separó de él como pudo y aprecio su rostro que se veía con tanta tranquilidad, su cabello alborotado hacia que se viera atractivo aun durmiendo, ella se le quedo observando con tranquilidad admirando su belleza.

- ¿Ya gane el pacto? – Dijo Young Guk con una voz más ronca de lo normal, bajo el rostro para verla directamente y ella podía sentir su respiración golpear sus labios.

Ella frunció el ceño, sus pies los pego al abdomen del chico y lo empujo fuera del mueble, Haru se rio de él haciendo que riera de manera casi inaudible, los dos se sentaron de forma de indio solo que ella apoyo los brazos de sus piernas y la cara en las palmas de sus manos.

- Ni sueñes que ganaste – sus voz sonaba como si tuviera sueño todavía. Ella rio por un pensamiento que se le paso de repente y sin más lo soltó: - Eres con el primer hombre que duermo.

Young Guk solto una carcajada por el comentario inesperado.

- Hoy preparo el desayuno yo – Dijo levantándose del suelo.

Ella asintió y lo siguió hasta la cocina sentándose en el mesón, comenzó a observar que hacia pero no veía nada, después de tanto observarlo se dio cuenta de que estaba preparando Toppoki, cuando el olor de las especias llego a su alcance no pudo evitar cerrar los ojos e inhalarlo con una sonrisa, al abrir de nuevo los ojos Young Guk estaba en frente de ella con un tenedor en el mano con toppoki ofreciéndoselo, ella rio tímidamente y abrió la boca dándole paso al tenedor, el sabor era realmente bueno y por un momento le dio nostalgia, sabia como los de su madre. Él al ver la cara de la chica se preocupó y le dio una probada también, pero no le sabia mal.

- No es el Toppoki – dio una pausa – bueno si lo es – él la miro confundido – sabe igual que al de mi madre...

- Debe ser duro que tus padres estén separados y tu madre aún viva en Busan – dijo de manera inocente sin si quiera saber que acababa de meter la pata con todo y pierna, los ojos oscuros de Haru se empezaban a cristalizar y Young Guk al ver esa reacción no comprendía aun lo que sucedía.

- Mi madre no está en Busan – Su se quebró pero eso no evitaba que sonara rasposa y fría – No está en Busan desde que cumplí cinco años...

Young Guk tardo unos minutos en comprender la situación ya que ella decía todo muy cortado, cuando por fin comprendió lo que sucedía apago la llama donde se encontraba el Toppoki y se dirigió de nuevo a ella para abrazarla, ella intento zafarse de su agarre confundida pero él la tenía agarrada fuerte.

- ¿Qué haces? Suéltame.

- Haru – su voz era áspera pero tenía dulzura en ella - ¿Cuándo fue la última vez que te abrazaron de manera que sentías que los brazos de la otra persona estaban hechos para encajar con los tuyos?

Haru dejó escapar una lagrima, los únicos abrazos que la hacían sentir reconfortantes eran los de su madre, pero el abrazo de Young Guk se sentía cálido y como pudo respondió con un No sé de manera débil.

- Hare que mis brazos encajen en los tuyos – su voz sonaba sincera – Así sea como tu amigo – soltó un suspiro – pero no permitiré que estés o te sientas sola.

- ¿Ya gane el pacto?- respondió riendo mientras se succionaba la nariz.

Él se separó de ella y le dio un golpe suave en la frente negando. Después de ahí todo fue calmado entre los dos a veces se lanzaban alguno que otro insinuación por aquel pacto patético. Cuando por fin llego navidad Haru se paró emocionada a ver el paquete que le había llegado días atrás, decidió abrirlo en navidad porque era mejor según ella, cuando abrió el regalo adentro había un bello suéter de lana de color turquesa y adentro de la caja también había una carta que la chica al leerla quedo más blanca que el papel.

Las cosas pasan por que así lo decidió nuestro destino, he de admitir que extraño tus locuras y tus niñerías, tanto tiempo ha pasado y has crecido demasiado y yo no he estado ahí para verlo, de verdad lo siento, no sabes cómo te extraño pero todo a su tiempo, espero y perdones mi cobardía por no haber dado una señal antes pero tenía miedo de que todo saliera mal, Te amo y espero que pases una linda navidad llena de lindas personas.

Oppa.

Aquella persona estaba viva y ella no podía creerlo la sangre se le helo de solo pensar de que su hermano esta en algún lado Seúl quien sabe en qué condiciones y ella se está enterando hasta ahora. Salió corriendo de su cuarto buscando a Young Guk pero no lo vio por ningún lado, se decepciono un poco, ella no iba a contarle lo de su hermano claro está, pero por lo menos quería decirle para salir a algún lado para celebrar sin que el supiera de que.

Cuando se dirigía de nuevo a su cuarto un Bang Young Guk recién bañado salía del baño y ella se quedó parada en seco al verlo, no pudo evitar darle una revisión rápida con la vista, su perfecto cabello negro caía en su frente húmedo, su abdomen estaba descubierto y por el caían pequeñas godas de agua y en su parte baja estaba enrollada una toalla, su cara se puso totalmente roja al venírsele el pensamiento pervertido de que habría tras aquella toalla y al hacer el intento de entrar a su cuarto choco con la puerta quedando como una tonta.

- Kim Haru – sintió cosquillas en la nuca al escuchar su nombre ser pronunciado por el de una manera tranquila y de espacio - ¿Te encuentras bien?

- ¿Q-que te hace pensar que no lo estoy? Su voz sonaba insegura.

- Pues...estas más roja que una fresa tus manos están frías – Roso la mano de Haru con su pulgar, se acercó a ella y susurrando en su oído dijo: - Estas titubeando además ¿Te pongo nerviosa?

Ella quería voltear y decir algo, pero al voltear y encontrarse el rostro sonriente de Young Guk tan cerca de el de ella su rostro paso por toda la gama de colores, abrió la puerta como pudo y se adentró en ella con una mano en su pecho, su corazón iba a mil, estaba sudando como una loca y no se le quitaba de sus pensamientos todo lo que acaba de pasar, eso significaba una cosa.

Estaba perdiendo el la apuesta

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Ok me acabo de dar cuenta que me gusta escribir mas en tercera persona es muchisimo mas comodo, lo siento si esta corto pero ultimamente no me da tiempo de escribir  tanto por que empece clases. Gracias por leer 

Roommate ➸ Bang YonggukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora