Capítulo 4

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[...]

-Y por último Lachowsky con Ruiz, ¿correcto?...- al escuchar eso abro los ojos de par en par sin poder creer tal aberración, ni loca puedo estár con él.-Pueden juntarse con su compañero indicado y así ponerse de acuerdo sobre el tema que llevarán a cabo, ¿está bien?.

Giro a ver a Mario el cual pone los ojos en blanco y se para de su asiento para luego empezar a dirigirse hacía mí, pero de inmediato giro hacía la profesora y alzo mi mano causando que él pare en seco.-¿Sí, ____?.- pregunta la profesora mientras me observa detenidamente.

-No estoy de acuerdo con mi pareja, ¿puede cambiarla?- pregunto firme.

-Lo siento, ____, pero no puedes, necesito a alguién que haga trabajar a Mario y quién mejor que tú para hacerlo.- dice mientras gira a verlo.

Asiento sin más y observo como se sienta en el escritorio que está detrás mío para después empezar a jugar con un lápiz que lleva en la mano.

Yo solo asentí y vi a Mario sentado en mi escritorio jugando con mi lápiz.-¿En tu casa o en la mía?.- me pregunta neutro sin verme a la cara.

-Donde sea, me dá igual.- hablo un poco molesta por su patanería.

-¿Están tus padres por la tarde?.- me pregunta dejando el lápiz donde lo encontró anteriormente.

-No...- digo seria.-No están.

-Entonces hagamoslo en la tuya, por la tarde mis padres se encuentran en casa.- dice viéndome fijamente causando que me ruborice al instante.

Joder.

-Está bien, ¿te parece a las cuatro en punto?.- digo mientras agacho un poco la cabeza para que él no pueda notar mi mejillas rojizas.

-Perfecto, nos vemos hasta entonces.- dice parándose.

-¡Oh, espera!...- le digo captando de nuevo su atención.

Él alza una ceja borde.-¿Qué?.- me pregunta harto.

-Mi dirección, debo dartela para que llegues o quizá te pierdas.

-No la necesito, sé dónde vives.- aclara para después irse y dejarme con la palabra en la boca.

¿Realmente sabe dónde vivo?, ¿cómo lo sabe?.

[...]

Al salir de la universidad me dirijo directo a mi casa, pensando en lo que podría ocurrir está tarde cuando Mario llegue.

Entro sintiendo el delicioso aroma a la comida que mi mamá ha preparado y un gruñido proveniente de mi estómago me hace saber que está más hambriento de lo normal.

Tiro mi mochila en el sofá y camino hacía donde la cocina encontrandome con mis padres y mi hermano mayor. Los saludo y me siento a compartir con ellos en el comedor.

-Mamá, papá, hoy vendrá un compañero a realizar un trabajo que nos ha dejado la profesora Marshall.- aviso para que no haya ningún mal entendido con ninguno de ellos.

Ellos asienten mientras mi hermano sólo se encoge de hombros sin importancia alguna.-Está bien, ____, sabes que tus amigos son bienvenidos aquí.- dice mi padre llevándose una cucharada de sopa a la boca.

Sí, claro, amigo.

-Gracias, papá.

[...]

Me encontraba en mi habitación leyendo un libro cuando el timbre de la casa suena avisando que alguién ha llegado.

Sé quién es.

El Popular Y Yo. |Mario Ruiz|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora