Capitulo 13

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Va para vos cotysorairep99
Maratón 4/6

________.

Después de un rato de pura charla, y de nuevamente quebrarme frente a él, nos levantamos para comer algo. Como no había nada en la casa, salimos y volvimos a la ciudad. Lo invité a ir a mi casa. Si yo ya conocía la suya, él tenía que conocer la mía. Y me encantaba esto de tener un nuevo amigo. Luego de un rato de viaje, estacionó su auto frente a mi casa. Saqué las llaves de la mochila y abrí la puerta. Pero me sorprendió ver a papá en la mesa, con sus lentes para ver, leyendo el diario y tomando un café. Se supone que tendría que estar trabajando...

Me puse pálida, y él se sorprendió al verme con un chico. Hasta bajó sus lentes para mirarlo bien. Niall no se movió.

—Papá —le dije firme, intentando de que no se note mi nerviosismo- él es Niall, un nuevo amigo —sonreí.

Papá se puso de pie, y se acercó. Me dio un beso en la mejilla, y luego le extendió la mano a Niall.

—Soy Dean, un gusto muchacho —sonrió mi papá.

Él era un maravilloso padre. Ni de esos tan sobreprotectores, pero tampoco de esos que son totalmente despreocupados. Igual estoy segura de que luego me daría una linda y corta charla... sarcásticamente. Niall correspondió su saludo.

—Niall Horan, el gusto es mío —dijo él.

Miré a Niall y luego a papá. Él fue a sentarse de nuevo, y lo invité a Niall a subir a mi habitación. Me quedé un segundo abajo.

—Pa, tenemos que comer acá en casa... ¿podrías cocinar?

—Sí, ¿quieren comer algo en especial? —preguntó-

—No, es que él tiene que volver a su casa y bueno... no quiero hacerlo esperar mucho —sonreí apenas.

—Les avisaré cuando esté listo.

Cuando él dijo eso, subí a zancadas a mi cuarto. Entré y vi a Niall sentado en la cama, jugando con un pequeño almohadón que estaba sobre ella. Sonreí.

—¿Qué haces con eso? —le pregunté gracioso, sentándome a su lado-

—Esperándote —sonrió- me aburro.

Miró hacia delante, y vio el baño que conectaba con mi pieza. Yo también lo miré... e incluso, si él supiera todo lo que pasó ahí adentro. Y que ahí mismo lo traicioné. Jamás me lo perdonaría si llegara a enterarse. Tenía que cerciorarme que todo estaba en orden. Así que me puse de pie.

—¿Me esperas un segundo? Necesito ir al baño... ya sabes, el período —dije algo obvia.

Él sonrió y me hizo como un gesto de aprobación con la cabeza. Fui y miré que no haya nada delatador por ahí, ya sea sangre o alguna navaja. Me calmé a recordar que todo estaba más que limpio, y la navaja estaba escondida en el cajón. Suspiré y me miré al espejo. ¿Con qué cara podía mirar a Niall después de haberle fallado? Me arrugué la frente con los dedos y tiré la cadena para disimular. Miré a mí alrededor, todo estaba en perfecto estado.

Pero cuando salí, ahí lo vi a Niall, husmeando el cajón. Donde guardaba todo. Me puse pálida y cuando reaccioné me acerqué a él, pero él hizo lo mismo y me enfrentó. Me mostró una de mis navajas, y ambos cruzamos miradas. Lo noté preocupado, y yo... me sentía avergonzada. Era como si hubiese visto a través de mi corazón, y hubiera notado todo el sufrimiento. Mi vida dependía de ese cajón. No podía hacerme la idea de que alguien vea mis sentimientos, lo que guardo dentro de mi alma y jamás dejaré salir. Me niego a la idea... no. Mis ojos se llenaron de lágrimas y furia a la vez.

—¡¿Cómo pudiste hacer eso?! —exclamé enojada, furiosa, y con la voz quebrada.

Él me miró, y yo golpeé su pecho apenas, empujándolo hacia atrás. Mis ojos se nublaron por las lágrimas, y quise tapar con ambas manos mi cara, pero él enseguida me abrazó con fuerza, apegándome a su cuerpo. Y yo simplemente me desmoroné ante su toque.

—¿Quién eres, __________? —me preguntó con preocupación.

Hubo un silencio bastante corto.

—Buena pregunta —susurré.

Se separó de mí, y tomó mi mano, sentándome en la cama.

—¿Qué son todas estas cosas? —me señaló la navaja- Quiero que te deshagas de todo esto. Tú no puedes lastimarte así...

Entonces, él corrió mis mangas hacia atrás. Bajé la cabeza, pero simplemente no pude hacer nada: mis cicatrices quedaron al descubierto. Él sabía que estaban ahí, pero se impactó de todos modos. Porque había nuevas. ¿Acaso creyó que esto había parado?

—Cariño, no puedes desistir sólo porque las cosas sean difíciles —me dijo preocupado- no tienes por qué hacer esto. Estoy aquí para ti, ahora. Y para nadie más —sonrió apenas- no puedo soportar la idea de que estés herida. Quiero curarte. Tienes gente que te quiere y que se matarían si llegara a pasarte algo... deja de hacerlo. Por ellos.

—Es tan difícil, Niall —le dije- tú simplemente no puedes venir a decirme que deje de hacerlo. Ya es parte de mí...

—Toda adicción es difícil de dejar, pero no es imposible —admitió- sé que, si empiezas a ser infeliz y dejar tus penas atrás, podrás dejar de hacerlo. A estas alturas, me preocupo más por tus sentimientos que por los míos.

Lo miré a los ojos.

—Se me hace tan difícil confiar, incluso sabiendo que tienes razón... simplemente tengo un bloqueo. Me cuesta.

—Necesitas aprender a confiar —tomó mi mano- no quiero que estés herida. Eso me hiere a mí, y no podré soportarlo cielo. Te prometo que estaré aquí, si eso es lo que necesitas.

Negué con la cabeza.

—No... no quiero promesas —tartamudeé- las promesas crean expectativas, y las expectativas crean decepciones. No quiero más de ellas mi vida.

Él asintió.

—Está bien... pero aquí estoy, __________. Porque te quiero —sonrió-

—Él también me quería, y se fue como sin nada...

—Pero yo no soy 'él' —dijo haciendo comillas con sus dedos- si digo algo es porque verdaderamente lo pienso. No quiero fallarte... no puedo.

Recosté la cabeza en su hombro, y cerré los ojos.

—¿Sabes? —rompió el silencio- Hasta así eres... preciosa —pude sentir la gracia en su voz- enojada, decepcionada, con miles de sentimientos a la vez. Y sigues siendo, mierda, tan perfecta —susurró apenas audible- te he visto en tus peores momentos, y sigo pensando que eres una de las mejores personas que he conocido. Sin mentir.

Lo miré, pero cuando cruzamos miradas, mi papá nos llamó para comer. Sequé mis lágrimas con las mangas de mi remera y bajamos ambos, como si nada hubiera pasado. Como si fuéramos dos simples adolescentes pasando una linda tarde juntos, hablando de estupideces. El tiempo se pasó rápido, papá no nos molestó en ningún momento, sin embargo, y le agradecí por lo haberlo hecho. Cuando le abrí a Niall, me mostré algo distante, pero lo saludé con un beso en la mejilla. Seguía algo sensible, después de todo.

Entonces fue cuando papá me sentó a hablar. Sonreí al pensar que estábamos por tener de esos momentos de padre e hija. Los extrañaba con todo mi corazón. Y recordé las sabias palabras de Niall, que tengo gente que me quiere y que por ellos tengo que seguir. Y en parte estoy de acuerdo. Me refiero a qué, una cosa es hacerte daño si estás solo en la vida, pero mientras haya aunque sea personas que valgan la pena para seguir con los pies en la tierra... hay que seguir, cueste lo que cueste.

Porque lo valen.

Los Ojos de Mi Princesa- (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora