Capítulo 11

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Maratón 2/6

Atónita aún por lo que había pasado hace un rato, estaba en la última clase del día: física. Totalmente aburrido, pero se estaba pasando bastante rápido lo cual era bueno. Mi profesora tenía una cosa que hacía que disfrutara un poco la materia, siendo que no es lo que más me agrada y odiaba física desde el año pasado. Era de las pocas clases en la que prestaba atención.

Sin embargo, me gustaba más química. Es un poco más difícil pero lo encuentro mucho más interesante, e importante. Es algo que disfrutaría más de estudiar, más que todo lo que es área y esas cosas... feas. De todos modos, cuando sonó el timbre, preparé mis cosas y salí a buscar a Niall. Lo más seguro era que nos encontremos afuera. Caminé hasta la salida y ahí lo vi, sentado en una de las escaleras. Fui por detrás.

—Te tardaste —me dijo gracioso-

—Soy lenta —sonreí.

Él se puso de pie, y entrelazó su mano con la mía. No sé si me puse pálida o qué, pero se sintió raro. Hacía tiempo que nadie me agarraba de esa manera tan afectiva. No desde que Zayn y yo terminamos. Miré nuestras manos y luego a él, que caminaba delante de mí.

—¿A dónde vamos?

—Ya verás —dijo con una sonrisa.

Entonces nos acercamos a su auto. Esperaba que tenga alguna sorpresa para mí o algo. No quería ilusionarme, pero me encantaba pensar en algo especial, algo que a él se le haya ocurrido. Sonreí con la idea y me subí al auto, poniéndome el cinto de seguridad y él también el suyo. Arrancó y yo miré hacia el lado de la ventana, relajándome apenas en el viaje. Me di cuenta, mientras íbamos, que habíamos pasado la zona de su casa, pero llegamos a un barrio algo... humilde. Entramos y eran puras calles de tierra, observé impresionada. Entonces llegamos a una casa, algo deteriorada. Él se bajó del auto, y luego bajé yo. Lo seguí, y él abrió la puerta.

Tenía muebles cubiertos pos sábanas, una cocina intacta y algunas de no mucho valor.

—¿De dónde salió esto?

Hubo un corto silencio.

—Aquí solía venir con mi familia —me comentó, dado vuelta- era como una casa para los fines de semana. Nunca más volví desde que ellos fallecieron —me dijo- pero era hora de darle un vistazo a ver cómo estaba todo. Éste lugar es muy especial para mí, guarda todos los recuerdos hermosos... —se volteó, mirándome- y quiero también guardar el tuyo. Porque eres un recuerdo feliz.

—Niall, no es necesario, no quiero arruinar los recuerdos de tu familia...

—No —me detuvo- toma esto como el lugar donde pasé los mejores años de mi vida, no como un lugar triste. Quiero que seas parte también, quiero marcar tu presencia en este lugar, como la de mi familia sigue intacta.

Me quedé impresionada totalmente, por cómo sus palabras salían de la manera más sincera y dulce. Tomó mi mano, otra vez, y me adentró a la casa, a lo que vendría a ser la parte de las habitaciones. Era un lugar súper adorable, adornado con peluches, juguetes, y todas las cosas imaginables. Sonreí con ternura.

—¿Esto era tuyo? —pregunté echando un vistazo-

—Lo era —me dijo- ahora es nuestro.

Los Ojos de Mi Princesa- (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora