Curiosa planta es la que rocé,
Nada más tocarla retractose
Hasta ser una mínima expresión.Yo, acostumbrado a rojos narcisos,
alguna que otra sonrosada rosa,
así como eventuales claveles del aire,
atónito me quedo.Cual niño pequeño, sorprendido,
atesoro mentalmente la curiosa,
pero a la par que tierna escena.Retrocedí unos pasos mal avanzados,
a trompicones casi la aplasto,
disimulé la arrogancia innata
del ser humano.Y ahora, aquí me hallo...
Con toda la paciencia del mundo,
esperando en la orilla del sendero,
a ver si la vergonzosa planta
vuelve a extender su gloriosa fronda.