Ahora que abonas mis páramos
ahora que flores brotan del barbecho,
ahora maldigo a la parca que te acechó,
pues vida diste a esta flor que amamos.
Desconocida, pido tu clemencia
pues puede que no sea merecedor
de apreciar tu llano en plena florencia.
A pesar de no ser de tu redor
bienaventurado sea tu destino
ese escrito en biblia del que no soy creedor.
Con mi incertidumbre a Dios guillotiné,
Con mi indiferencia le di sepultura
Y con tu perdón le haré resucitar.
Y le rezaré y daré gracias por quien amamos,
esa flor que atesoro con todos mis pertrechos.
La muerte llora llena de ternura por los hechos,
Pues arrancó a la flor que ahora crece sin tierra.
Planta desterrada aguantaste con amargura
y sin embargo tu perfume sigue tan dulce,
habiendo bebido lagrimas de nube con ternura.
