Georgiana (1)

Capítulo 4

10 de Julio de 1815

Ya había pasado más de un mes y ese día era el día de la presentación de Georgiana, algo que la tenía muy atemorizada pues había hecho una amistad con Alice y ella le había contado acerca de las presentaciones, algo que no le agradó mucho.

- Buenos días Georgiana, ¿Preparo tu baño? - Preguntó amablemente Alice.

- Por favor Alice, no soporto los nervios... necesito un té para los nervios o creo que tendré un colapso.

- No te preocupes, todo saldrá bien.

- No lo sé... Sigo atemorizada por la idea de bailar con todo el que me lo pida y no poder esconderme.

-  Georgie querida, veo que ya te has levantado. - Entró su tía después de tocar y decirle un "adelante". - He mandado a la Sra. Blair que te traiga un té, supuse que estarías nerviosa.

- Te lo agradezco tía.

- Con permiso Lady Armstrong-Jones, con permiso Srta. Griffin. - Hizo una reverencia Alice y se retiró, no le podía llamar por su nombre frente a los demás y menos de su tía.

- Bien Georgiana, levántate, tenemos que tener todo listo.

- En seguida bajo a desayunar tía.

- Ni lo pienses, que James está de un humor intolerable, siempre se porta así cuando habrá bailes y más aún cuando es en su hogar.

- ¿Entonces no desayunaré?

- No seas tonta querida, te traerán el desayuno.

- Oh... Bueno. - Sin más su tía salió de su recámara para ir a desayunar y de allí la Sra. Blair le trajo el desayuno y Alice le ayudó con el baño.

- ¿Alice? - Preguntó Georgiana mientras jugaba con uno de los pétalos de rosas en el agua.

- ¿Si?

- ¿Alguna vez has estado enamorada?

- Oh bueno...- Se sonrojó. - Jamás he salido de aquí...

- Pero creo que eso no ha impedido que no te hayas enamorado, ¿o me equívoco?

- Cuando yo tenía quince había alguien que capturó mi atención.... Pero lamentablemente se marchó.

- ¿Qué lo hizo marcharse? - Preguntó interesada en la historia dándose la vuelta hacia ella.

- Su madre.

- No entiendo.

- La hermana de Lady Armstrong-Jones.

- ¿El hijo de ella? ¿qué ocurrió?

- Cuando su madre supo que ambos nos veíamos a escondidas, al día siguiente desapareció para enterarme que se había ido junto a su hijo hacia España, algo muy raro teniendo en cuenta las guerras.

- ¿Cuál es su nombre?

- Arthur Gardiner.

- Que triste historia.

- Usted debe de fijarse de quién se enamora, no cometa el mismo error que yo cometí de enamorarme de alguien imposible.

- Eso espero....

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Pasada las horas, la presentación de Georgiana empezó, quien se encontraba nerviosa a más no poder y aún más al escuchar los carruajes llegar, no sabía que hacer ante tanta gente.

-  Vamos Georgiana, vayamos a recibir a los invitados. - Decía su tía mientras se alisaba la falda de su vestido.

- S-si tía...

- No seas tímida, debes de ser sociable.

- Trataré...- Susurró apenas audible la joven.

- No se hable más, bajemos.

Seguida de su tía, Georgiana la siguió escaleras abajo mientras la presentaba a todos los invitados, su tío estaba apartado junto a más caballeros hablando de negocios y lo que el diario de esa mañana decía por lo que no prestaba atención a su sobrina.

Georgiana no era consciente de que se veía espléndida en ese vestido logrando capturar las miradas de todos los caballeros allí presentes, era la envidia de las jóvenes en el salón.

- Srta. Griffin, ¿Me concede el primer baile? - Le ofreció la mano un joven de cabellos rubios y con aires de mucho orgullo.

- Claro que si, ¿Verdad Georgiana? - Respondió su tía por ella quien se había quedado muda.

- S-si....- El joven la tomo de la mano y la guió a la pista de baile para empezar a bailar, desde esa propuesta de baile, no pudo estar sentada un segundo más, pues todos los bailes los tenía ocupados.

La presentación de Georgiana terminó muy tarde, y ella muy exhausta se dirigió a su habitación mientras ella misma de desvestía, había mandado a dormir a Alice y no quería despertarla a esas horas, y menos a la pequeña Anne que dormía en paz.

Ningún caballero había llamando su atención.

Hasta el momento....