Mis pasos repiqueteaban sonoramente en el asfalto. La calle, vacía esas horas, me daba la bienvenida con un manto de niebla fina y húmeda.
Iba camino a la cita con un asesino, con el asesino que había estado buscando desde hacía meses y cuya captura me haría alguien más respetable dentro del cuerpo.
Un tropiezo me sacó de mis pensamientos, iba tan nervioso que no vi el zapato abandonado en medio de la calle que casi provoca mi aterrizaje contra el duro suelo.
En respuesta al inesperado incidente me apresuré a sacar mi arma, hasta el momento bien sujeta a mi cinturón. No dudé en apuntar hacia todos lados, buscando un atacante que no encontré. Fue entonces cuando lo vi.
Un cuerpo inerte y sin vida se balanceaba de un lado a otro, sujeto por una gruesa cuerda que se encontraba atada alrededor de su cuello. A su vez, esta misma ascendía hasta lo alto de una farola llena de herrumbre por el paso del tiempo y los temporales que había soportado.
Gotas de sangre caían por su cuerpo para terminar en el asfalto formando un gran charco oscuro que sobresalía de la sombra que hacía su propia figura, a través de la tenue luz de la farola y que se dibujaba entre las nubes provocadas por la niebla.
La imagen resultaba fantasmagórica.
Mis manos sudaban de forma exagerada impidiéndome sujetar mi arma con firmeza y consiguiendo que se me resbalara en más de una ocasión cuando me acercaba al difunto con cuidado y sin dejar de prestar atención a mi entorno.
No tardé en reconocerlo. Era él.
El sospechoso número uno desde que toda aquella macabra historia había empezado. Aquello reducía mis posibilidades considerablemente:
¿Había estado desencaminado todo este tiempo respecto al asesino o se trataría del cazador cazado?
Aquella fría y oscura madrugada de noviembre cambió el rumbo de los acontecimientos.
La vista comenzó a nublarse ante mis ojos. Me giré buscando un lugar donde vomitar todo el asco que me había producido la escena pero en su lugar, encontré un fuerte y seco golpe en la cabeza.
Después, oscuridad.
"—La verdad... Si buscamos en el diccionario su definición, nos dirá que es un término que se traduce en la conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente. Pero, ¿realmente lo vemos así?
La verdad no tiene mucho que ver con las decisiones que tome tu mente y tampoco depende única y exclusivamente de ti. Si bien es cierto que cada uno tiene su verdad, no sirve de mucho llevarla a la práctica cuando el resto de personas que te rodean no piensan como tú.
Si algo tengo claro sobre este término a lo largo de mi carrera, es que la verdad en el estado que sea, nunca daña a una causa justa.
Hace tiempo leí en algún lugar que la verdad es como un árbol inmenso que brinda más y más frutos cuanto más se lo nutre. Y eso define a la perfección la esencia de esta historia.
Un árbol que se nutre cada vez por más mentiras y que cuando una pequeña flor de la verdad asoma, es quemada y pisoteada de nuevo por una nueva mentira.
Las mentiras son la madre de la desgracia y aunque no siempre son mortales, son destructivas. Causan una pérdida de confianza entre conocidos, amigos e incluso familiares. Un proverbio que Sofía me leyó cuando apenas tenía diez años, volvió a mi mente en esos días con más fuerza que nunca: El que dice la verdad permanece para siempre, pero el mentiroso, solo un instante.
Dudo que eso sea cierto. Y lo dudo cuando veo a mi alrededor como los mentirosos y manipuladores se hacen con el poder y entierran bajo el fango a los sinceros; a la gente honrada que lucha cada día para descubrir la verdad de un entorno ya devastado. Porque no importa que las mentiras hayan sido el movimiento principal en tu vida, lo que importa es que la verdad salga a la luz, aunque ya sea demasiado tarde.
Yo, Rafael Portela, he aprendido que ocultar la verdad es la forma más sutil de mentir. La mentira y el engaño siempre tienen fecha de caducidad. Todo se acaba descubriendo a la vez que la confianza se muere para siempre. No olvides pensártelo dos veces antes de contar una mentira, a veces puede tratarse de vida o muerte."
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¡Hola pequeños Buscadores!
Aquí os dejo la nueva introducción de mi historia. Espero que os haya gustado y que os haya hecho reflexionar como lo hizo conmigo mientras la escribía.
Voy a lanzar un par de preguntas para la gente que me lea, sea poca o mucha:
-¿Este comienzo deja ganas de seguir leyendo?
-¿Qué os parece la reflexión del protagonista, os da alguna pista?
Recordad que necesito vuestra ayuda. Opiniones, críticas... Es todo lo que necesito para aprender e ir mejorando día a día junto a mis lectores.
¡Gracias!
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La búsqueda de la verdad.
Mystery / ThrillerHISTORIA EN EDICIÓN ¿Hasta dónde serías capaz de llegar por encontrar respuestas? ¿Y por tus seres queridos? La búsqueda de la verdad sobre su vida, empezó con una tragedia. La joven Laura se verá en torno a una espiral de drogas, asesinatos y sobre...