Pergaminos de sanación

Sé libre, Sé feliz.

Sé libre mujer, sé feliz.

Es lo que la vida definió para ti. No puedes atarte esas resplandecientes alas.

Viaja, vive, ríe, llora, siente. Siente gente, siente lugares, siente placer y dolor.

Deja que la juventud tome fuerza y brilles con todo tu esplendor.

No te olvides de cuidar a quienes te acompañan, no olvides alimentar al amor.

El destino siempre cambia, y has de aprovechar cada oportunidad, cada viento, cada mar.

Que la luna te acompañe en vuelos nocturnos, y que el sol te salude desde una bruma fría en las madrugadas. Que las estrellas caminen toda la noche de un lado al otro del mapa para guiarte, y que nunca te falte la lluvia para tus heridas limpiar.

Sé libre mujer, sé feliz.

No dejes que la oscuridad opaque tus oportunidades, no dejes que la vida te golpee la nariz.

No intentes que el anís cubra tus penas, ni que el cannabis arrulle tus llantos, con colores y sombras relucientes...

No te ahogues en un mar de soledad, ni te dejes llevar por impulsos dementes.

Sé tú.

Sé libre, sé feliz...

Porque eso es lo que querría cualquier loco que locamente te amara, porque eso es lo que cualquier criatura busca en su existir. Porque es tu futuro el que día a día has de definir.

Que si los caminos se nos cruzan, sonreiremos de nuevo jugueteando entre cobijas y corriendo en las frías noches, amándonos como ese amor de cine, que siempre filman en París.

Que si no te vuelvo a ver, sepa, sienta y piense, que estarás bien en tu camino, porque es lo que elegiste, porque es lo que creías mejor. Y que si tropiezas te levantas, porque esa eres tú, torpe mariposa, quien aprende revoloteando entre peligrosas selvas. Porque es el camino que construiste, y el que te llevará a donde siempre has querido, así aquellos demonios que te persiguen lleguen allí, y así aquellos amantes que te adoran, no te vean vivir.

Se libre, por favor.

Sé feliz...