TEMOR

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Hoy ha sido un verdadero día de locos, y de sentimientos encontrados, aunque ahora sin duda me da un poco de temor, toda esta situación, y todo porque al principio estaba totalmente emocionado por fin conocería en persona al que hasta ahora creía yo era el amor de mi vida y la persona a la que más admiro, y lo mejor era que me convertiría en su alumno y trabajaremos juntos.

Cuando lo vi me sorprendió aún más a pesar de los años no ha cambiado nada sigue luciendo exactamente igual, pero lo note un tanto molesto por la situación, sin embargo me sentí muy feliz de que me aceptara, aunque estoy nervioso y se nota por mi sonrojo, lo mejor es que conoceré su hogar y ahí trabajaremos juntos, eso sin duda también me pone nervioso estar a solas con él. Durante todo el día estuve con unos nervios que ni siquiera me dio hambre así que solo compre chucherías para comer por si me daba hambre, no quiero ser una molestia para él, en cuanto llegue toque la puerta, vaya que es una casa grande, no es de sorprenderse ha sido todo un prodigio desde niño.

Me invito a comer y es muy agradable, me hiso el ser más feliz cuando me dijo que podíamos ser amigos, aunque mi corazón se hiso añicos al enterarme que es doncel y lo peor es que está casado con un varón bastante atractivo, y él lo ama demasiado.

Todo el tiempo en el que nos la pasamos hablando de arte y trabajando se me hiso muy placentero, después me invito a cenar y ahí lo conocí, al ser que en estos momentos me llena de temor, ¿y por qué? se han de preguntar, es algo simple, su mirada es tan intensa y a la vez fría, Uchiha Itachi, el esposo de mi danna, un varón imponente aunque frío, sin embargo por alguna extraña razón sentí como si me desnudara con la mirada y es estúpido y un verdadero bastardo si cree que traicionare a mi amor platónico y mi ejemplo a seguir, que además ahora es mi amigo, el mejor...

En cuanto llegue a mi habitación de hotel, llore, y llore como pocas veces porque mi amor jamás será correspondido además de ser prohibido, él también es un doncel, como pude ser tan estúpido para no darme cuenta, estoy tan cansado de tanto llorar que ni siquiera me doy cuenta de cuando me quedo completamente dormido.

Por alguna razón siento a Itachi más apresurado, mas ansioso que de costumbre por poseerme, rápidamente subimos a nuestra habitación, me avienta a la cama y se apresura a seguir con los besos, fuertes llenos de deseo, necesitando más; me da chupetones que me llenan de placer y morbo, por el simple hecho de que son pocas veces en el que él es rudo en el sexo, me muerde dejándome marcado en distintas zonas de mi cuerpo unas visibles otras no, pronto me doy cuenta de que estoy completamente desnudo, nuestras miradas se cruzan, y por alguna extraña razón a pesar del deseo percibo un deje de culpa en sus hermosos ojos oscuros como la noche, esos ojos que no mienten.

Continuamos devorándonos en cada beso, en cada caricia, que nos exige más, me gusta cuando es rudo conmigo es excitante, me gusta marcarlo como mío, ambos somos celosos el uno con el otro, le dejo una marca perfecta de mi boca cerca del cuello, arrebatándole gemidos de placer al igual que el a mí, pronto le prestó atención a su miembro, proporcionándole placer con mi boca, mientras el me jala del cabello para marcar más el ritmo a su gusto.

-Mmm – gime – continua mi gatito...

No me detengo continuo en mi labor me prende aún más el que me hable de esa forma.

-Te has convertido en una verdadera gatita, ahhh

Pronto me tumba en la cama, me abre las piernas y sin más introduce su miembro dentro de mi, sin contemplaciones arrancándome un grito de dolor mesclado con el placer.

-AHHH – grito.

- Shh – me besa, para después proseguir con el mete y saca – sé que te gusta gatito masoquista.

Sus envestidas se vuelven más rápidas y profundas llenándome de placer, me encanta, nos unimos en uno solo, poco a poco el dolor cede y solo existe el placer, pronto siento como mi interior se llena de su esencia; después de una larga y extenuante sesión de sexo, se acuesta al lado mío y yo me acurruco en su pecho el me abraza.

-Te amo – le digo, a pesar de que me siento un poco dolorido.

- Yo también te amo – me acaricia la espalda – y quiero que me perdones si alguna vez no he sido el marido que mereces – yo solo enarque una ceja.

- Eres más de lo que merezco – le susurre.

Pronto me quedo dormido aferrándome más a él, dado que no se si estoy más paranoico que de costumbre pero siento como si pronto todo esto se fuera a venir abajo, por momentos sentí como si no me deseara a mi sino a otro...

Después de la increíble noche de placer que acabo de tener me siento como lo peor, un verdadero bastardo, ya que por momentos no pensaba en mi esposo sino en el precioso ángel rubio, nunca antes mientras hacia el amor con mi esposo pensaba en alguna de mis amantes, jamás y ahora siento como que realmente lo he traicionado, también he sido algo brusco, y él no me reclama, sin duda se ha dado cuenta de que pensé en alguien más, mis ojos nunca le han podido ocultar nada, ni los suyos a mí, me dolió en cierta forma ver su mirada de dolor, y lo peor es que él insiste en que no me merece.

Eso es algo que nunca he entendido de Sasori porque a pesar de ser hermoso, siempre se ha sentido poco atractivo, siempre se ha sentido menos y como si cargara un tipo de culpa, pero nunca dice nada; aunque he de confesar que yo tampoco hago mucho por saber, creo que el pasado se debe de quedar en el pasado.

-No me dejes Itachi – lo escuche decir entre sueños, mientras más se aferraba a mí, al parecer tiene una pesadilla

- Tranquilo, no te dejare lo prometo – le susurro y le continuo acariciando la espalda, luce tan frágil.

No me doy cuenta cuando es que me quedo dormido, me despierto antes de que suene la alarma no he dormido muy bien, dado que estuve pensando en el rubio, y en Sasori; me levanto de la cama, en cuanto lo observo, noto los moretones y las marcas que le deje, vaya que me pase esta vez, pero bueno tampoco es como si el saliera mucho, de hecho nunca sale.

Me meto a la ducha, no quiero despertarlo, hoy mis remordimientos y culpa han quedado atrás, así como todo ese temor a lastimarlo, ahora solo tengo que saber realizar mis movimientos para tenerlos a ambos, el timbre de la casa me saca de mis pensamientos.

-Yo iré – me dice Sasori.

-De acuerdo.

- Demonios sí que me duele el cuerpo – lo escucho quejarse a lo que solo sonrió.

En cuanto me levante, me arregle y me dirigí a la casa de danna, ya que él me dijo que llegara a las ocho en punto, toque el timbre, todo está en total calma, quizás aún no despierta, por lo que me decido para volver a tocar el timbre.

-Ya voy – escucho la voz de danna.

Espero pacientemente en la puerta rezando porque su esposo ya no este y es que me da temor volver a verlo, de hecho lo quiero ver lo menos posible y que no se me acerque, me sobresalto un poco al oír como abrían la puerta, y veo danna parado frente a mí, unos bastante ajustados y abro mis ojos llenos de asombro al ver su estado, rápidamente mi rostro compite con el color de su cabello...


N/A: ESPERO SUS COMENTARIOS, ES MI PRIMER LEMON YAOI ASI QUE SUGERENCIAS LAS AGRADESCO





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