LLANTO, DOLOR, EMOCIÓN

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-Tsk – masculle – estúpido pelirrojo enano...

La risa de Kisame me hizo dirigirle una mirada de completo odio, la cual el por supuesto ignoro totalmente, se limpió con teatralidad las lágrimas de tanta risa.

-No decías eso cuando te lo follabas – suspiro – es tan perfecto – me imito con burla – jamás amare a nadie más que a mi escorpión...

-Cállate – le dije molesto – eso fue el mayor error que he cometido.

-De acuerdo – recargo su rostro en sus manos – pero dime enserio dudas de tu paternidad sobre los pequeños que lleva en el vientre, tu deseabas unos hijos con él...

-Kisame por supuesto que esos niños no son mios....

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Los meses han transcurridos más tranquilos, después de la pesadilla del juicio, me quede con casi toda la empresa de Itachi, funde otra exclusiva al arte, el proyecto que tenía con Deidara concluyo, gracias a Gaara mi prometido supere todo el dolor, juntos estamos muy emocionados por la llegada de nuestros hijos, es tarde ya tengo la cena lista, solo espero a que Gaara llegue, lo mejor es matar el tiempo ya que en verdad odio esperar.

Voy a mi salón de trabajo y procedo con mi pieza, las horas pasan cuando me percato de que ya son más de las doce, frunzo el ceño, Gaara aún no llega, algo muy raro en el dado que no me aviso, de repente un mensaje entra en mi celular, al revisarlo dejo caer el celular, esto no puede estar pasando no de nuevo, es una foto de Gaara con una mujer ambos en una cena la cual parece del tipo romántica, un dolor en mi vientre me hizo reaccionar de nuevo.

-Ngh... - lleve mis manos a mi vientre por instinto, sentí humedad correr por mis piernas, al bajar mi vista observe que se trata de sangre – tranquilo Sasori... eres inteligente – me hable a mí mismo cuando sentí una contracción – vez por las cosas tus hijos te necesitan

Por suerte soy un tanto frio, los doctores decían que tengo serios problemas por mi insensibilidad, subi las escaleras hasta la habitación de mis pequeños tome la pañalera, en medio de todo esto el dolor no cesaba al contrario iba en aumento, fui a la habitación tome una mochila con mis cosas, baje tome las llaves del carro, una vez dentro del coche, inhale y exhale un par de veces para controlar mis nervios, el dolor y la confusión, arranque maneje como nunca, como un completo desquiciado.

Cuando por fin veo la clínica me estaciono, salgo con las cosas directo al mostrador en este punto ya no aguantaba el dolor, y ahí estaba esa molesta pelirrosa.

-Escúchame estoy embarazado y en trabajo de parto – hable de forma directa, mi voz salió demasiado calmada – vengo solo – dije antes de que la tonta comenzara a preguntar – solo dame en donde firmar y sáquenme a estos niños que me están matando... - con una mirada extraña me extendió un formulario, lo firme de inmediato.

Llamo una silla de ruedas, de forma rápida me llevaron a una habitación, deje mis cosas ahí, comencé a desnudarme colocándome una bata, una enfermera de cabello negro me coloco un suero, ella me llevo hasta el quirófano, por suerte Tsunade es la que me operara, me pusieron la anestesia, los minutos transcurrían, hasta que por fin escuche un llanto a los minutos otro; por fin mis pequeños han nacido, una enfermera rubia de ojos azules me los mostro.

-Son hermosos – ambos con pieles blancas como porcelana y una pequeña pelusa de cabello negro, sin duda Uchihas, sonreí con amargura.

- Felicidades es un niño y una niña – me dijo ella con una sonrisa.

- Perfectos...

- Perfectos

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Llegue a mi hogar a las tres de la mañana, aunque trate de zafarme antes de Matsuri no pude, al abrir la puerta me percate que la luz de la cocina estaba encendida, seguramente mi escorpión rojo tenía algún antojo, con una sonrisa me dirigí a la cocina, de inmediato mi sonrisa se borró al observar la cena intacta sobre la mesa y ni rastro de Sasori.

Comencé a desesperarme, lo busqué por las habitaciones y nada, todo estaba en calma y ordenado.

-Tranquilo Gaara seguramente ese necio está en su estudio trabajando – baje nuevamente las escaleras, al llegar frente a la puerta de su estudio toque, pero nadie me contesto - ¿Sasori? – silencio, decidí abrir.

No esta, me acerque a su mesa de trabajo, estoy preocupado, así que saco mi celular y le marco, su teléfono comienza a sonar esta tirado en el suelo, cuelgo, al tomar su teléfono noto el mensaje de un número desconocido que le mando la imagen de Matsuri y yo cenando, con esto me desespero más Sasori no pudo haberme dejado, solo fue un error.

El teléfono de casa comienza a sonar, en automático me dirijo a él y respondo.

-Diga, casa de la familia Sabaku – respondo al otro lado de la línea es Sakura, la cual me informa que Sasori ingreso hace tres horas – gracias Sakura voy de inmediato.

No puedo creerlo me perdí el nacimiento de mis hijos, apago las luces necesarias, salgo como loco, llego en treinta minutos a la clínica, rápidamente ubico a Sakura.

-Tranquilo está bien – me hablo tratando de calmarme – ellos están bien, se encuentran dormidos en su habitación

-Llévame con ellos – le digo.

-Pero cálmate – me comenzó a guiar hasta llegar a la habitación.

Respire hondamente un momento antes de abrir con sigilo, ahí estaba ese hermoso pelirrojo dormido con su rostro en total calma, a cada costado suyo se encuentran dos pequeños bultos, uno en mantas rosas de hello kitty y otro en mantas azules con escorpiones, sonrió al ver las mantas que Sasori les compro, observo como comienza a removerse.

-Gaara...

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N/A: SI LO SE TIENEN DERECHO A MATARME ;-; PERO POR FIN LAS DIFICULTADES TECNICAS (MI LAP DESCOMPUESTA ;-;) HAN SIDO SOLUCIONADAS ASI QUE AQUÍ ME ENCUENTRO COMO LOCA ESCRIBIENDO TRATANDO DE RECORDAR EL PUNTO DE MI INSPIRACIÓN EN QUE ME QUEDE, COMENTARIOS PLIS NECESITO REGRESAR A MI CAMINO NINJA ;3....

PERDÓNAME #PremiosPlanetas2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora