6. Un reto

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Cayó la noche y Theo me ofreció dormir en la parte de atrás del coche. Acepté, pero nada más porque no dejo de insistir hasta que me pasara para atrás, si no hubiera dejado que se durmiera atrás porque claramente es su coche.

-buenas noches. Si tienes frío solo despiértame.- me miro como siempre por el espejo retrovisor. Yo solo asentí y me recosté. Me quede un rato pensando y mirando por el parabrisas todas las estrellas. Theo bajo un vidrio y prendió su cigarrillo. Poco a poco me fui quedando dormida.

Al día siguiente abrí los ojos y Theo estaba conduciendo.

-cuánto llevas conduciendo?- pregunté estirándome.

-no tanto, como una hora.- siguió concentrado en el camino.

-no tanto?! Una hora me parece bastante.- me le quedé viendo.

-bueno, para mí no es tanto.- sonrío sarcásticamente y me miro por el espejo retrovisor.- y porque no te pasas adelante?- dijo volteando al frente de nuevo.

-bueno pues, si te pararás quizá me pasaría.- dijo cruzándome de brazos. Theo soltó una risa burlona.

-está bien niña, quédate ahí atrás.- dijo indiferentemente.

-aagh está bien.- dije con un quejido. Primero pase un pie por enfrente y después el otro y sentí como mi pie izquierdo le pegaba a Theo.

-lo siento!- dije ya sentada.

-me han pasado peores.- dijo volteándome a ver.

-te han pateado así más fuerte?- pregunté afirmando.

-algo así.- Theo se jalo para abajo su playera mostrando una cicatriz.

-estoy segura que eso no es una patada en un intento de pasarse para adelante.- dije con una mueca.

-lo sé. Fue un cuchillo.- Theo no mostró asombro, como si fuese normal.

-un cuch.... Como? Cuando.- exclamé.

-pues, tuve problemas y eso es lo que me gane por tratar de arreglarlos.

-ya veo, me imagino la manera en que quisiste resolver problemas.

-no te imagines una manera violenta.- dijo con una sonrisa.

-bueno, eso es lo que me hiciste pensar.- dije sonriendo igualmente.

Estábamos a punto de llegar a Utah, era más o menos como dos horas de camino. Todavía nos faltaba atravesar una gran parte de Colorado.

-quieres desayunar algo?- Theo rompió el silencio.

-claro.- esta vez no me sentí intimidada.

-mmmm, mira allá hay un starbucks aunque sea.- dijo dándose la vuelta en el retorno.

Nos bajamos, pedimos el desayuno y nos sentamos.

-hace tiempo que no me sentaba en una mesa.- sonrío.

-si....- suspire. Theo lo volvió a hacer, estaba jugando de nuevo con su piercing del labio inferior.

Following the Cold SkyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora