Por Siempre Mi Falso Seductor [Reeditando] (John Newman)

Capítulo 11

Bella y James habían planeado todo a la perfección. Durante la cena, todos platicamos sobre las carreras de James y John.

Pero cuando estábamos a punto de dar por finalizada la cena, John se levantó e hizo ademán de querer brindar.

-Primero que nada, quiero brindar por Anne, mi gran mi amor, porque después de dos años volvemos a estar juntos -volteó y me dedicó una de sus mejores sonrisas-. Espero que este cumpleaños no sea el último que me dejes estar a tu lado.

Todos alzamos nuestras copas pero John volvió a hablar.

-Y también, por nuestro próximo futuro en Londres.

El vino que estaba tomando tomó un camino erróneo y comencé a toser. John se puso a mi lado para tratar de ayudarme.
Una vez terminada la escena, analicé el rostro de todos. Nadie, ni siquiera yo, se esperaba que Newman dijera tal cosa.

-Anne, entonces, ¿te vas? -la voz de mi padre sonaba dolida, al ver que no contestaba volvió a hablar-. ¿Cuándo pensabas decírmelo?

No podía hablar. Mi padre no estaba enojado, lo notaba en su mirada, pero aún así sabía perfectamente que lo había apuñalado por la espalda.

-Robert, déjame explicarte...
-No John, necesito que hable ella.

Las miradas de los demás estaban atentas a lo que ocurría, necesitaba salir de ahí y hablar a solas con mi padre.

-Por favor, vallamos afuera -le supliqué.

Asintió y salió primero que yo.
Ya afuera, en el patio trasero, nos conduje hasta una de las mesas del jardín. Justo en el momento en que iba a hablar las lágrimas -como siempre- me traicionaron.

-Apenas lo decidí ayer, te lo iba a contar cuando la cena concluyera -dije entre sollozos.
-¿Cuándo te vas? -su voz era un susurro.
-No... No lo sé, John se va el jueves.

Ambos nos mantuvimos en silencio, ninguno se atrevía a decir algo más. El frío actuaba en mi contra, en pocos segundos comencé a temblar y deseé no haber salido.

-¿Es lo que quieres? -rompió el silencio.

¿Realmente eso quería? No estaba segura. Por un lado, me partía el alma dejar a mi padre y a mi ciudad natal pero por el otro, no quería alejarme nunca más de John.

-Creo que es lo mejor -dije poco convencida.
-No puedo detenerte Anne -su voz había tomado un tono diferente, ya no sonaba dolida-. Sólo me impacto que la noticia cayera de golpe.
-Lo sé, espero que puedas perdonarme -bajé la mirada apenada.
-¿Perdonarte? -sonrió-. No hay nada que perdonar, estás construyendo tu vida y aquí me tendrás para apoyarte, más no para reprocharte.

No aguanté más y me levanté de la silla para abrazar a papá. Quién diría que el hombre que tengo delante es aquel que, después de la muerte de mi madre, ni siquiera notaba mi existencia. Mi padre aceptó el abrazo y cuando nos separamos la puerta corrediza se abrió.

-Lamento la interrupción pero creo que todos estamos algo preocupados -Julia parecía incomoda.
-Ahora entramos -me apresuré a contestar.

Le dediqué una pequeña sonrisa a mi padre antes de comenzar a caminar hacia la casa con él siguiéndome.
Cuando entré divagué por el comedor y nadie se había movido de su lugar.

-Me parece que debo una explicación -atraje la atención de todos y continúe-: sí, me iré a Londres con John a vivir. Sé que la forma de enterarse no fue la mejor pero espero que nadie aquí presente sienta algún rencor o algo por el estilo.