La mudanza

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* Estábamos en un local, si salíamos por la puerta trasera seguramente saldríamos gimiendo en busca de carne viva y comiendo a nuestros seres queridos aunque no quisiéramos, en resumen, la puerta trasera nos llevaría a un jardín que estaba invadido de caminantes.

- ¡ESTAMOS ATRAPADOS!

Mire a mi derecha y mire a Alan, mi amigo de toda la vida con el cual compartíamos los mismos gustos, al final, estábamos juntos hasta cuando íbamos a morir.

- Definitivamente este es nuestro final.

Lo dijo una voz que jamas había escuchado, mire a mi izquierda y mire a una chica, una chica más o menos de mi edad, era hermosa, tenia el pelo rojo, ojos color marrón.

- ¿No lo crees Orland? Pero al menos moriremos juntos.

Sea quien sea la chica, sabia mi nombre, entonces se me ocurrió preguntarle su nombre, ya que ella se portaba como si lleváramos un enorme tiempo juntos, debía saber su nombre, pero en ese instante un caminante la agarro de la pierna y la jalo, vi como iba cayendo directamente a una muerte segura, dolorosa y lenta.
Pero en ese instante se me vino un nombre a la mente, tuve las ganas de gritarlo, gritarlo con todas mis fuerzas, pero ella grito mi nombre primero, no quise ver, cerré mis ojos mientras que oía como gritaba mi nombre, hasta que oí el sonido de la caída*

¡¡PUMMM!!, abrí los ojos y me dolió el trasero tanto que grite algunas groserías, me di cuenta que mi gato estaba adueñado de la cama y yo estaba en el suelo, me puse de pie y vi el reloj, ¡Maldición! Aparte de una caída que me dejo inmóvil los cuartos traseros, llegaría tarde a mi ultimo día de clases en ese colegio, después partiría a Atlanta, a casa de un primo de parte de mi padre, aunque no me agrada la idea, odio los viajes, y sobre todo los vuelos de conexión primero aterrizaremos en Ecuador, a encontrarme con papá para que me de lo necesario para sobrevivir en Atlanta, lo que más me molesta es que el viejo puede pagar un vuelo de conexión, ¡pero no puede pagar un cartero para que me mande el dinero por correo y que yo tenga solo un vuelo! 

La ventaja de todo esto es que me dejo traer a mi mejor amigo, Alan, el es otro chico que vive solo en el vecindario, sus padres están en Galápagos, trabajando, osea ahora que lo pienso... ¡EL VIEJO PUEDE PAGAR DOS VUELOS DE CONEXIÓN Y NO UN PUTO CARTERO! En fin que se puede hacer.

Llegue tarde unos 7 minutos a clase, por suerte aun no llegaba el profesor, me senté a lado de Alan.

-¿Estas listo para ir a Ecuador? - Pregunté


-Sip. Y tu...¿ Estas emocionado? - respondió Alan.


- Seeee - respondí con sarcasmo - muy entusiasmado.

Alan hizo una sonrisa, y pregunto algo que me emociono mucho


-¿Ya viste el nuevo capitulo de The Walking Dead?


- Si, estuvo genial -dije entusiasmado, Alan me levanto el pulgar.



-Ahh, sera difícil despedirse de ella sin que duela - dijo Alan.


-¿Quien?, ¿Emily?

-Si, me gusta mucho y sera un difícil adiós

-¡Pero de que hablas, nunca se lo confesaste, de hecho nunca le hablaste!

Alan ahogo una risa con poco éxito

-Si es verdad, a pesar de que ella no lo sepa, es una persona importante para mi, es muy especial que lo que se me hace asqueroso, lo olvido, y lo amo, excepto el estiércol obviamente.

-Aun así no le hablaras ¿verdad? - le dije a Alan

-Exacto!

Salimos del colegio y fuimos por nuestras maletas. Cogimos un taxi al aeropuerto y preparamos todas las bolsas necesarias por si la altura y esos pasteles nos afecten al estomago y lo regresemos todo, y ahí partimos a Ecuador.


The Last DayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora