Capitulo 13

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=)

Capitulo 13 

 

La syki se agachó y vació el contenido de su estómago por segunda vez ese día.

Esa mañana había tenido un severo ataque de hambre, y los dos refrigeradores con comida estaban hasta la mitad. Rápidamente reemplazó la mercancía y se encerró en su habitación. Miró sus manos. Dedos lagos y uñas cortas, debido a que las mordía constantemente. Decían que eso era un acto de ansiedad. Era el único aspecto que realmente la delataba, que mostraba su verdadero ser.

Minutos después, se encontraba en el baño despreciándose a sí misma. Por segunda vez.

La primera vez del día había sido durante la madrugada, recién salida de un club nocturno un tanto especial, sintiéndose muy mal consigo misma.

Las cosas se les estaban yendo fuera de control. Su situación empeoraba con el pasar de los días.

¿Por qué era tan orgullosa? ¿Por qué no buscaba ayuda?

No, no era orgullo lo que le impedía buscar una manera de mejorar. Era algo mucho mas profundo que un simple sentimiento humano, mas común que el dióxido de carbono en esos días.

Entonces, ¿qué era? 

La coherencia se le escapaba. No podía concentrarse en nada. 

Los azulejos del baño empezaron a moverse de una forma sospechosa, y su cabeza estaba a punto de explotar.

Rápidamente, salió del cuarto de baño y se tiró en el suelo de su habitación. Un libro enorme de tapa dura le lastimó la pierna al caer. Con manos temblorosas, tocó la fuente de dolor en su pantorrilla y suprimió un grito al ver sangre caer de una herida no muy profunda.

Debería haberse preocupado, limpiado la herida y haberla cubierto con algo para que no se infecte, pero su mente ya estaba concentrándose en otra cosa.

Con temblores dignos de la enfermedad de Parkinson, abrió uno de los muchos libros esparcidos a su alrededor. 

Ella creía fervientemente que la respuesta a todos sus problemas estaba entre las palabras de esos libros de medicina y psicología syki. Pero, lamentablemente, las palabras se escapaban de su entendimiento. La página que observaba era un mar de consonantes, vocales y manchas de sangre.

Con toda su voluntad, trató de entender lo que tenía en frente. Con el correr de los minutos, el mar confuso empezó a tener agua de verdad. Lágrimas.

Lágrimas de desesperación y locura.

Con el alma en el piso, se preguntó si alguna vez se había sentido tan inútil en su vida.

Sus músculos de atleta se contraían repentinamente, espasmos tomando control de su cuerpo. 

Se dejó llevar, su cabeza cayéndo al suelo, o sobre otro libro, no podía saber. El techo blanco y las paredes parecían alejarse rápidamente, la sensación de vértigo de repente muy presente. Sus intestinos hacían mortales dentro de su panza, pero no tenía nada que devolver.

Tenía hambre. Tenía sed. Tenía miedo.

Mordió su labio inferior hasta que sangró un pequeño hilo rojo. La sangre corrió por su mentón y su piel escamosa, del color del coral marino cercano a la casa de su infancia. Una infancia que ella tanto añoraba. Cuánto daría por volver a esos tiempos.

Syki, una historia de sirenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora