Pasado

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#ladelafotosoyyo

Coloque mi taza sobre el frió mármol del escritorio, limpie delicadamente mis labios con el peque;o trozo de seda, un profundo suspiro salio de mis labios.

No entiendo por que quiere saber de mi pasado, todo lo que paso antes de mi nacimiento lo deje en el olvido, aunque, muy en el fondo se que este es un tema demasiado delicado como para contarlo al primer postor, esto exhibiría mi lado vulnerable a las personas, que, podrían atacarme cuando se lo propusieran. Creo que es momento de superar esta herida, que solo me traerá problemas, aunque no creo que contarlo seria la mejor manera de hacerlo.

-¿Por que quiere saberlo? Prácticamente no lo conozco- mire mis manos que estaban finamente posadas sobre mi regazo

- Por eso mismo me interesa saber de ti, aunque, e de admitir que se tantas cosas sobre ti que te aterraría- dijo con un tacto suave y amigable. Ese señor es demasiado intimidante, pequeñas fibras de bello cubren su barbilla, tiene pequeñas bolsas negras debajo de sus ojos, que, son muy intimidan tes.

- Si sabe tantas cosas sobre mi, debería saber mi pasado- levante mi mirada y gire mi vista hacia el retrato de un señor, muy tétrico a mi parecer, se mira que tiene una edad muy avanzada, y que carga con mucho dinero en sus bolsillos.

- Quería reservarme el gusto de que tu me lo contaras...- Su voz se escucho demasiado cerca de mi rostro, pude sentir una calidez envolvente en su voz,

Comencé a sentir un leve mareo que me llevo entre nebulosas negras. Parpadeé varias veces para acostumbrarme a la oscuridad, camine entre los pinos y el fango congelado, unas voces demasiado exaltadas resonaban por todo el bosque. Una hermosa cabellera rubia brillaba ante la luz de la luna, sus facciones se denotaban finas, al contrario de la otra chica, que es castaña, su cuerpo esta muy delgado y su piel demasiado pálida, sus facciones son mucho mas grotescas a las de la rubia.

-Por favor, Pricila ¡tienes que ayudarme! soy tu Luna y exijo que me ayudes a desaparecer a este bebe- la mirada de la joven suplicaba a la bruja que la ayudase- Si lo que predices es cierto... el nacerá humano ¡No puedo permitir que eso suceda! ¡Peter me cambiara por otra si se entera! ¡Por favor te lo ruego!

- Esta bien... - murmuro con derrota- haré pasar a tu bebe por el mio... y la criare como mi propia hija, pero a partir de hoy tu y yo olvidaremos que compartimos la misma sangre.

- Esta bien... todo sea por deshacerme de eso- dijo haciendo una mueca

- ¿Ahora me vas a decir que le tomaste cariño?- dijo burlona

- No es eso solo que...- En su rostro se podía notar denotar la tristeza que sentía- La extrañare... extrañare a mi pequeña Miriam ¿Podrías decirle que la amo cuando crezca?

- ¡No me hagas reír Daemon! Estas apunto de abandonar a tu hija ¿Y tienes el descaro de pedirme algo?- rió con falsedad. Daemon le entrego a la pequeña bebe de cabellera pelirroja en los brazos de Pricila.

Mi vista fue nublándose poco a poco, imágenes se reproducían rapidamente en mi cabeza mostrando lo que fue mi vida a largos rasgos, pude apreciar la tierna imagen de Pricila enseñándome a comer, cuando trato de enseñarme hechizos por primera vez, o aquella vez que me presento como su hija ante el consejo de brujas, las imágenes se detuvieron. Me encontraba frente a una cabaña hundida entre la densidad de la nieve, por alguna razón no sentía frió alguno, mire hacia todas partes, un portazo me hizo sobresaltar corrí hacia el primer árbol cercano y me escondí detrás de el.

- Peter... ¿Que haces aquí?- me puso detrás de ella, pude sentir la furia que emitía y crecía mas y mas

- Vine por mi hija- gruño- Te e dicho que me llames Bladimir... ¿Es ella?- miro a la pequeña joven con un largo cabello rojo, que se escondía tímidamente detrás de su madre

El es MIO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora