Capítulo 8.

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Capítulo 8.

Ya era hora de la cita, eran las 5 pm, subí a mi habitación me bañé de nuevo y me vestí con la ropa ya elegida anteriormente, me peiné con el cabello suelto y bajé a la sala.

Erick estaba sentado en el sofá sin camisa y el pantalón desabotonado, él me miró de arriba a bajo...

-Te ves hermosa no lo niego, pero...¿qué te dije sobre los vestidos? -Preguntó.

-Dijiste que no lo usara en una fiesta, que podrían aprovecharse de mí... -Sonreí, él volteó la mirada de nuevo al televisor. -Sabes que no vamos a una fiesta aún.

-¿Qué te hace creer que después de la "cita" no iremos a la fiesta? -Usó comillas en cita.

-Hoy cuándo llegué de salir dijiste que tenías que cuidarme, bueno déjame usar lo que deseo, tu sólo cuidame. -Sonrió

Se levantó abrochó su pantalón y se colocó una de sus camisas blancas sencillas.

-Vamos.

-¿Iremos caminando? -Pregunté viendo mis zapatos, me molestaban un poco.

-No, usaremos el auto de mi tío.

-¿Te dejan?

-Si no está aquí no se enterara, ¿o a caso tu le dirás?

-Podría solo guardarlo y usarlo en tu contra en algún momento. -Mordió su labio inferior, hizo una sonrisa torcida y tomó las lleves.

Fuimos a la cochera y el abrió el auto, me subí después de él.

-¿No eres de los hombres de película que le abre la puerta del auto a su cita? -Me miró.

-Salté del auto un momento y cierra la puerta.

Me salí y cerré la puerta, el salió del auto dio la vuelta hasta llegar a mí, abrió la puerta.

-Adelante. -Sonrió.

Me reí y subí de nuevo, el dio la vuelta y subió de nuevo.

-¿Ya podemos irnos? -Preguntó.

Asentí.

El camino no fue largo, pero en todo el camino la pasamos en silencio, no me resultaba incómodo estar en silencio con él, era... normal.

Llegamos a un restaurante, el pidió la mesa y nos dirigieron a una que estaba cerca de una ventana.

Erick se acercó a mi oído.

-¿Quieres que saqué la silla y así ser caballeroso? -Dijo burlándose.

-Yo puedo sola cariño, gracias. -Reí

-Mi plan no era venir a comer, sólo quería sentarme y conocernos, si tienes hambre pide para ti.

Obviamente yo si tenía hambre, pero no comería sólo quería hablar con él un poco, y con el tiempo ya lo conoceré mejor.

-Bueno, ¿qué quieres saber de mí?

-Bueno, ya de que eres Erick, que tienes 17, ahh... ¿cuánto tiempo te quedarás en casa?

-Sólo unos 8 meses.

-¿Tienes algún momento feliz?

-No, pero planeó tenerlos.

-¿Por qué, con quién?

-Porque sí, y no sé con alguien que se lo merezca creo.

-¿Tienes novia?

-No.

-¿Hermanos?

-Solo uno, Christofer.

-¿Eres...v...virgen? -Me trabé.

El sonrió y arqueo una ceja.

-No, no lo soy, ¿y tú?

Bajé la mirada.

-¿Qué? jajaja, ¿eres virgen?

-Cállate.

-Eso lo arreglaremos después. -Tomó un poco de agua y yo me sonroje.

-¿Por que vas tan rápido conmigo?

-Porque no me gustan los rodeos, ni mostrar tanto amor, ni lo cursi, sólo no me gusta ir lento, y si acepte salir en esta cita es porque por ti podría esperar un poco más.

-¿Serias cursi conmigo?

-Lo estoy siendo ahora. -Se inclinó un poco y tocó mi rostro de forma suave. -¿Qué te parece si vamos a casa y pedimos pizza? no me gustan los lugares públicos con tanta gente.

-¿Y tú no quiere a conocerme a mí?

-No necesito una cita para conocerte, hay veces que no puedo parar de mirarte, conozco varios de tus gestos y tu manera de pensar, se que te tomas mucho tiempo pensando el porque yo soy así y el porque hago lo que hago. No tienes que preocuparte, eso no significa que no llegué a quererte y no llegues a ser lo más importante que tenga en mi insignificante vida.

Podría jurar que mi cara no era normal en ese momento me dejo sorprendida, nunca nadie había hecho que me tratara todas mis palabras... él cada vez tenía más control sobre mí.
Nos fuimos a casa, mi mirada no se apartó de él en todo el camino, estando en el auto mis ojos se empezaron a cerrar hasta que me dormí y ya no supe más.




"Erick." (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora