Capítulo 10.

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Capítulo 10.

Subí rápidamente a mi habitación, me tiré en mi cama abrazando la almohada, no quería parecer débil ante él, ¿por qué me afecta tanto verlo? ¿por qué todo tiene que ser tan difícil para mí? ¿por qué tuvo que gustarme él? mis lágrimas bajaban por mi mejilla cayendo sobre mi almohada.

Por favor sólo quiero detener esto que siento, nunca nadie me había hecho sentir así, me olvidé de la clase de historia que tenía hoy, sólo no quería salir de mi habitación, no quería saber nada, ni saber de nadie, no se si exagero la situación pero me dolió se que no somos nada, pero me siento destruida.

Pase todo el día en mi cama durmiendo o viendo televisión mis ojos estaban muy hinchados, vi la hora 6:50 pm. Marianne vendría hoy a las 7:30 no cambié mi ropa, solo me quité el suéter y me coloqué una camisa ajustada color rosa, solté mi cabello y use un poco de maquillaje para cubrir mis ojos hinchados

Bajé si miedo pero aún con un nudo en la garganta, vi a Erick sentado en el sofá, él volteó a mirarme y sólo lo ignore, fui a la cocina y tomar agua.

-¿Estás bien? -Escuché su hermosa voz.

Volteé a mirarlo, nuestras miradas se cruzaron pero yo me retiré.

-Sí... estoy bien -Tomé agua. -¿Ella...era... -Me interrumpió.

-¿Mi novia? no...

-¿Qué? -Lo miré confundida.

-Es una ex.

-¿Y... que hacía aquí? ¿por qué te besó? -Se acercó a mí lentamente.

-Sólo te diré que entré ella y yo todo se volvió complicado, ella se volvió loca y creo que no superó nuestro rompimiento.

Se acercó aún más, hasta quedar frente a mí, con ambas manos tomó mi cara y con sus pulgares empezó acariciar mis mejillas.

-Desde que bajaste note tus ojos rojos... ¿estabas llorando? -Su mirada no se apartaba de mis ojos.

-No. -Mentí.

Se acercó aún más, mi espalda golpeó lentamente con el mesón de la cocina, nuestros labios estaban cercas, me tenía arrinconada.

-¡No me mientas, Megan. -Susurró.

Mi mirada bajo de sus ojos a sus labios, sólo deseaba que me besara. Retirar mi mirada de sus labios se me hacia difícil y el lo notó, me sonrió. Y sin contar los segundos ya su suaves labios se encontraban sobre los mío, abrí mi boca dado paso a su lengua, nuestras lenguas empezaron a jugar y a rozarse, quitó una de sus manos de mi rostro para colocarla en mi cintura, me apegó más a él, quitó su otra mano de mi rostro para colocarla al igual que la otra sobre mi muslo, me levantó del piso para subirme al mesón, nuestras lenguas seguían encontrándose una y otra vez, era difícil detenerse, crucé mis piernas al rededor de su cuerpo desnudo, tocar era lo que más deseaba, coloqué mi mano en su pecho y la deslice por todo su abdomen hasta llegar a su pantalón, mis dedos jugaban con la orilla de su pantalón mientras él presionaba uno de mis senos. Escuchamos las llaves y la puerta de la casa se abrió, Erick se separó rápidamente de mí y yo solo me bajé y arreglé mi camisa, ¿cuanto tiempo había pasado?

Me dirigí a la sala y sólo pude ver a Marianne corriendo hacía mí, me abrazó fuertemente y dio un beso en mi mejilla.

-¡Muñeca, te extrañe! -Dijo casi a los gritos.

Carlos solo se acercó dio un beso en mi frente y se apartó, no es muy expresivo.

Erick salió de la cocina.

-¿Qué haces así? ¿dónde está tu camisa? -Dijo Carlos enojado. -¿No la respetas.

-Sólo bajé por agua no pensé que ella estuviera aquí abajo, creí que estaba en su habitación. -Dijo serio.

-Anda y colocate una camisa, trajimos pizza y nos sentaremos a comer como familia. -Erick subió y Carlos se sentó en el sofá.


"Erick." (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora