Más no por esa razón la vida dejo de seguir.
La noche continúo su curso y más ahora que podía desvelarse al ya no asistir a clases.Todos cenando, mamá hablando con sus hijos y ellos teniendo la mirada fija en ella, su papá en el celular... Pasaron minutos y terminaron.
Al estar todos listo para dormir ella apago la luz para cautivar mas las estrellas, pero las nubes grises las ocultaban, Leticia no supo que hacer en ese momento.-Fija tus ojos en mi. -Un pensamiento llego.
Miro a su alrededor, su amor buscaba en que clavar su ternura, su pasión, mas nada encontró y se entristeció, cuando iba a cerrar la puerta de su cuarto recordó que quedo una ventana abierta en la parte de abajo y por las nubes quizá llovería, así que puso sandalias en sus pies descalzos y bajo.
Llegando sintió como si algo oprimiera su pecho, como si obstruyera los latidos de su corazón. Ella se quedó quieta, en eso volteo y vio debajo de muchas cosas un libro el cual sus hojas se encontraban como viejas, sucias, maltratadas y decidió rescatarlo.
Para su sorpresa no tenía presentación, solo se encontraba la segunda hoja que decía el nombre de su Padre escrito a puño y letra de él. Su amor, ella, Leticia sintió caerse al seguir en las páginas, era la biblia... Muchas personas dicen que es solo un libro más, pero ella sabía que ese libro era la respuesta a todas las preguntas de nuestra vida, la solución, la salida a una mejor vida, la biblia es una carta de amor que Jesús nos dejó, la biblia es la guía para seguir y jamás caer tomados de su mano. De ahí paso a preguntarse cómo es que su padre había abandonado esa vida estupenda.
Recuerdos llegaron a su mente, ver a ese hombre de Dios danzar tan alegre, ver a ese hombre predicar la palabra con voz casi quebrándose, con los ojos llenos de lágrimas y transmitiendo esperanza, asombro, Leticia tomo la biblia, cerro la ventana y subió a su recamara.
-Fija tus ojos en mí. -Volvió a escuchar, mas ahora si presto atención.
-Se quién eres. -Ella a luz apagada respondió y un pequeño miedo se asomó.
-No temas, no estoy aquí para reprenderte ni para señalarte.
-Señor... Mi alma llora, mi espíritu es prisionero porque quiere correr a ti, pero mi carne tiembla, sé que te he fallado, sé que he cometido errores grandes y te he dado la espalda, no merezco estar ante ti, ante tu presencia.
-Te amo, no digas más, déjame abrazarte.Amor real, belleza, hermosura...
Ni todos los poemas, ni palabras pueden describir momentos como esos. Cuando Leticia estaba ahí ante Jesús, ante su presencia un hermoso olor a rosas la rodeo, en su mente llegaron todos sus errores, todas las veces que hablo con esa voz, cuando él estaba presente al lastimar su cuerpo, al limpiar su rostro y decirle que era hermosa, que era especial... Cuando dijo que ella le pertenecía.Cuando tú mismo te señalas, cuando tú eres tu propio enemigo nadie puede ayudarte, luchar contra ti puede ser una de las guerras que merecen ser escritas, no hay peores monstruos, no hay peores cosas que tu ser tu destrucción y piensas que nada puro ni limpio puede acercarte a ti, nada hermoso puede rodearte, ni tocar tu cuerpo sucio. Más JESÚS, él... Lo más Santo de lo Santo, la abrazo.
Leticia tirada en el suelo, llorando en silencio con las ganas de gritar, con la necesidad de dejar ir todo, gritar y gritar, abrirle la puerta al miedo, dejarlo salir, a la inseguridad, al dolor, para poder después cerrarla y destruirla.
Mas eso no podía pasar, pero la paz llego a ella.Leticia levanto su rostro secando sus lágrimas y noto como las nubes se alejaban dejándola ver las estrellas.
-Fija tus ojos en mi. -Él volvió hablar.
-Padre, hoy clamo a ti, hoy levanto mi voz, te pido que me perdones por mis errores, te pido que me perdones por no buscarte, ni corresponderte al grande amor que tu me das. -Esa fue su pequeña y grande oración que hasta el cielo llego.
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Indeleble [EDITANDO]
RomanceElla tan solitaria, encerrada en su corazón, mostrándole al mundo otra cara. Sin amigos, solo rodeada de familiares. A la vista de cualquiera ella tenía la vida perfecta. Sin una gota de confianza, sin un motivo por el cual avanzar y dejar de esta...