La maldición de Espina Muerta Fase 1 (Actualizándose)

Cap.8 Las cosas...

¡Qué empiece el capitulo!

Subsuelo: Escuela (Poner música)

30 de Abril 1943:

Al entrar a clase se sentó en su pupitre tranquilamente mientras sus compañeros charlaban entre si. Golden le había dado muchas vueltas a la confesión de su mejor amigo, demasiadas. Entonces se sentó a su lado Dany, pero sin mirarle a la cara, ni saludarle, cogió un libro y se puso a leerlo. Ambos estaban en silencio...ahora ellos dos no escuchaban los ruidos de afuera, ni las charlas de sus compañeros; era como si fueran los únicos de la clase.

-¿Da...?-

-Lo siento-se le adelantó dejando el libro-No debí decirte aquello-

-Si debías-

-No, ahora estas incomodo a mi lado-

-No es cierto, solo es...raro-

-¿Raro?-

-Me sorprendió que tu sintieras eso por mi-

-A mi me sorprendió que no me rechazaras-

-Es que no quiero perderte...-"Pero algo me dice que si" pensó bajando la cabeza.

-Yo tampoco-

Ambos sonrieron tristemente. En la hora del patio apareció Jorge sentándose en medio de los dos-¿Qué hay chicos?-

-Hola Jorge-saludó el grisáceo levantando un poco la mano.

-Veo que ya te encuentras mejor-

-Si-

-¿Le diste las gracias a Dany?-el nombrado se puso rojo.

-Por supuesto-

-Guay...esto, ¿Qué os parece si venís a mi casa?-sugirió el minotauro alegre.

-¿A tu casa?-intervino el Fauno extrañado.

-¡Claro! Ya que estáis libres de exámenes...-

-¿Cual es el truco?-

-Okey, últimamente mis notas no son muy buenas...no pasan del 1-suspiró pesadamente-y por eso os pido que me ayudéis-

-Eso está hecho-dijo Golden dándole palmaditas en la espalda marrón del grandullón.

-¡¡Tíos sois los mejores!!-Jorge abrazó al zorro y al Fauno haciendo que este último estuviera molesto.

Subsuelo: Mansión de Jorge

(Tarde)

=Guau=dijeron los dos chicos a la vez.

La mansión tenía dos plantas con 70 habitaciones diferentes, piscina con jacuzzi, un gimnasio, una cancha de baloncesto, futbol, tenis, bádminton, etc., una cocina bastante amplia con tres cocineros de diferentes países y por supuesto una gigantesca caja fuerte que daba al sueño de cualquier rico: una piscina de dinero.

Golden estaba impresionado, pero no tanto como para desmayarse y que le saliera espuma de la boca, cosa que le pasó a su amigo.

-No te preocupes por él, siempre les pasa lo mismo a la gente que invito aquí-explicó Jorge encogiéndose de hombros.

-A mi no me ha pasado-

-Será que no eres tan...p-o-b-r-e como Dany-susurró con cuidado para que no entendiera.