You & Me... Together ■ Luke Hemmings y tú ■

Capítulo XXXII "Hacer algo al respecto"

En el capítulo anterior...

Rose: Bueno... ¿Como se enteró él de la apuesta?

___: Ah... ahora que lo pienso no lo sé.

Rose: ¿Y no te da curiosidad?

___: Si un poco, pero creo que es lo que menos me importa ahora.

(...)

-¡Oye, espera! -grité-, ¡se te cayó tu pasaporte! -pero fue inútil, ella sólo se alejaba cada vez más.

Abrí el pasaporte y entonces pude ver su foto con su nombre: Stefani Harrison.

Era Stefani ¿cómo no me pude haber dado cuenta? Tal vez era por su enorme abrigo que no dejaba distinguir que era ella.

(...)

Calum se acercó y me envolvió en sus brazos.

-____, sabes que pase lo que pase nosotros te queremos mucho, perdón si no te entiendo, pero lo que haces de verdad se ve mal.

-Yo no hago las cosas con intención de ser grosera, de verdad que no.

-Bueno, te creo, te creo en todo lo que me dices -se separó-. No eres egoísta, por lo que tarde o temprano te reconciliaras con Joseph y aclararas las cosas con Luke, pero debes hacerlo antes de que no puedas aprovechar las oportunidades que tuviste-soltó un beso en mi frente-, si necesitas mi ayuda, sólo pidela.

(...)

Luke giró la cabeza y al verme suspiro pesadamente, se paró firme y caminó hacía su cuarto para entrar, creo que era más que obvio que me estaba evitando, no sé que me pasó en ese momento pero fui detrás de él, sin pensar siquiera en por qué lo hacía.

-Luke espera, esta vez quiero hablar bien contigo.

-¿A si? ¿Y de qué?

-De nosotros.

-No pierdas tu tiempo ____, ya no hay nada de que hablar.

Se me hizo un nudo en la garganta, sin saber qué responder a eso...

-Bien... -dije al principio aún tratando de digerirlo.

-Bien -abrió la puerta de su habitación.

-Pero -repusé en un tono más fuerte llamando su atención-, aclaro que yo estoy dispuesta a resolver tus dudas con total honestidad, y eres tú el que está rechazando saberlo. Asi que si quieres que hablemos bien, como dije en un principio, solo pídemelo.

Dicho esto me di media vuelta y entré a mi habitación. Esa noche no pasé al baño antes de irme a dormir, o de intentarlo porque tenía tantas cosas en mi cabeza que se me dificultó conciliar el sueño. Espero que con lo que le dije al menos lo piense.

Seguramente lo hace, tenía una cara un tanto desconcertada cuando hablé de eso último. ¿Segurá despierto? ¿Estará pensando en eso en este momento?

(...)

En la mañana siguiente al despertarme busqué a tientas mi celular y vi la hora. 10:28 am. Me asombré y me levanté de inmediato, busqué mi ropa y me metí a la ducha. Después de un largo ritual en el baño para poder arreglarme salí de muy buen humor. Decidí que el momento de depresión tenía que acabar, y no acabaría si yo no hacía nada al respecto.

Asi que baje a la cocina y me preparé mi desayuno. Los chicos ya habían almorzado, lo pude ver en la pila de platos sucios. Y mientras desayunaba yo sola -seguro los chicos habían salido porque no había nada de ruido en casa- y tranquilamente pensé en solucionar las cosas con Joseph. Él era mi mejor amigo y tal vez lo último que le dije fue un impulso de ira que no podía controlar, porque a pesar de todo él me quería ayudar y quizá me habría consolado si no fuera porque me comporte muy odiosa con él. Quería arreglar eso de inmediato.