Segundas Partes

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Jesús:

Sábado a la noche y vuelvo a cerciorar que todo esté bien para mi cita con Antonella. Siguiendo sus reglas planeé nuevamente una salida divertida y creativa.

Me termino de cambiar y me miro al espejo. Remera blanca escote en V, jean azul y DC blancas. ¿Estará bien? La otra vez no dijo nada sobre mi atuendo, aunque no esperaba que lo hiciera ya que la cita era por un soborno, pero esta vez no, así que espero algún comentario. Estuve como treinta minutos planeando que ponerme, sí los hombres enamorados, o casi, hacemos esas cosas.

Me perfumo y me pongo mi campera de cuero cuando siento el ruido de la puerta.

- Pase. - grito ya que seguramente es Isaías, pero la figura masculina de mi papá me sorprende en la puerta.

- ¿A dónde vas?

- Como si te importara... - entra a la habitación sin permiso.

- Si no me importara no te preguntaría.

- ¿Qué querés Néstor?

- Saber a dónde vas.

- Salgo.

- De eso me di cuenta, pero ¿a dónde? ¿Con quién? - me pregunta distraídamente y entiendo todo: Abigail es la que le está haciendo preguntar eso, seguro le fue con el cuento.

- Con una chica. - respondo simplemente.

- ¿Qué chica?

- La que mamá trata como puta. - le contesto enojado y lo enfrento.

- Me parecía, ella tiene razón, sos una basura.

- ¿Tiene razón? ¿Vos te escuchás lo que decís?, ¿sabés qué? Decile a mamá que Antonella no es ninguna puta, que le quede claro, y a vos también.

- A mí me hablás con respeto, sino no salís.

- Vos no me podés prohibir que salga.

- Sí puedo.

- No me podés hacer esto solo por las cosas que dice Abigail.

- ¿Por qué no? - me mira desafiante.

- Porque me importa.

- ¿Importarte? - se ríe - no me hagas reír, si a vos no te importa nada.

- Te equivocás, Isaías me importa, Brandon me importa, su familia me importa, y Antonella también me importa. Que no me importen ustedes dos no quiere decir que no me importe nada ni nadie. - a esta altura ya estoy gritando de los nervios. Miro el reloj: son las 8:05, le dije a Anto a las 8 y estoy llegando tarde - ¿y sabés qué? llego tarde a mi cita, así que permiso. - lo empujo, agarro las llaves de mi mesita de luz, bajo las escaleras y los veo a Isaías y Abigail sentados.

- Chau capo. - le digo a mi hermano quién me abraza afectuosamente.

- Chau, suerte. - me responde sonriendo.

- Gracias.

- De nada. - sonreímos y veo como Néstor, quién venía atrás mío, le hace una seña de negación a Abigail.

- Chau Néstor, gracias por la charla. - expreso irónicamente y me acerco a Abigail de atrás - no te vas a salir con la tuya tan fácilmente. - le susurro y me voy.

Subo a mi auto y miro la hora: 8:08, lo que significa que está pensando en mí, sonrío y le mando un mensaje: "Perdón por la demora, me agarró Néstor, pero en 10 estoy".

Las Dos Caras Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora