Sonó la odiosa alarma, era mi canción favorita pero comenzaba a odiarla.
Estaba feliz porque era viernes y podría usar mi blusa nueva.
Entré al baño y preparé la bañera, estaba haciendo mucho frío así que puse el calentador.
Cuando por fin terminé de arreglar mi cabello rizado me di cuenta de que de nuevo se había hecho tarde.
Llegué en 15 minutos a la escuela y el maestro me dejo entrar a su clase.
El único lugar disponible era al lado de Kurt.
Se veía un poco triste, creo que ya era algo normal en él.
La clase era muy aburrida así que me puse a dibujar. El maestro lo notó y me preguntó:
-Señorita Andrea, ¿puede decirme si este argumento es correcto?
-Andrea, te están hablando.- dijo Kurt
-¿EH?, ¿qué pasa?- dije al ver que todos me miraban
El profesor me miró y me dijo que pusiera atención, yo solo asentí.
Mire a Kurt y me hizo una mueca, supongo que para el era una sonrisa así que le sonreí de vuelta.
La clase terminó y el maestro dejo mucha tarea (genial)
Así fue todo el día, las clases parecían no acabar.
Ya era hora de irme pero mis papás no llegaban, me puse a platicar con la señora del aseo.
Llegaron 1 hora tarde porque el carro se había descompuesto.
Al llegar a mi casa me encerré en mi habitación mientras mi madre preparaba la comida.
Comencé a pensar en por qué Kurt estaría triste.