Capitulo 23: Hijo de perra

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No tengo la menor idea de como llego viva a mi casa, conducir sumida en los pensamientos, con la vista perdida y nublada por las lagrimas deberia estar terminantemente prohibido.

Cuando entro a mi casa, todo sigue igual, a diferencia de que ahora todos estan viendo American Ninja Warrior en la televisión, genial, ni siquiera notaron que no estaba. Como puedo, subo las escaleras sin hacer ruido hasta que la voz de mi madre me sobresalta:

-Liza, ¿en donde estabas y por que te fuiste sin avisar?

-Estaba por ahí, pero no es como para que se preocuparan ¿cierto?- termino de subir las escaleras sin importarme media mierda lo que mi madre me tenga que decir.

Cuando estoy en mi cuarto le pongo el seguro a la puerta y me dispongo a llamar a Sabrina justo cuando el cerrojo comienza a moverse y acto seguido aparece mi madre en el umbral de la puerta con los brazos cruzados y cara de estreñimiento:

-¿Pero que coñ...?

-Tengo una copia de las llaves de cada puerta de la casa- dice ella encogiéndose de hombros como si eso explicara por qué está en mi cuarto.

-¡¿Que ya no puedo tener privacidad en mi propio cuarto?!- esto ya es el colmo.

-¿Qué pasó?- me pregunta acercándose a mi como si fuera un animal enjaulado.

-¿Con qué?- le pregunto como si no supiera a qué se refería... O a quién.

-Hija, la indiferencia nunca pasa desapercibida- me responde sentándose a mi lado.

-¿Por qué dices eso?- le pregunto entrecerrando los ojos- Espera un segundo...

¡¡¡NO!!! No puede ser que mi madre sepa mas que yo, no puede saber nada de Alex y yo, ni lo que ha pasado entre los dos.... NADA.

-¿Qué es lo que sabes mamá?- le pregunto con la voz temblorosa.

Mi madre se ve las manos, avergonzada y hasta veo que se sonroja.

Ay mierda...

-¿Mamá?

-Alex, fue a verme- me dice en un tono muy bajo, casi un susurro- Hace unas dos semanas mas o menos, yo estaba comprando unas cosas para tu padre y el se me acercó, hasta me invitó un café.

-No me importa si te dió marihuana ¿Qué te dijo?- le pregunto con el corazón a mil por hora.

-Se que dormiste con el, Liza.

Si no hubiera estado sentada, me habria caído de culo, AY JODER... SU PUTA MADRE.

-Pero también se por qué está en Inglaterra- me responde poniendo su mano sobre la mia y dándole un suave apretón.

-¿Cómo...?- hace un movimiento con la mano y no me deja terminar de entrar en pánico.

-No se creía capáz de decirte que debía dejarte luego de...- hace una pausa que me permite volver a respirar- Bueno tu sabes a lo que me refiero, el punto es que, sus padres le encontraron un cupo en la Universidad de Oxford así que tubo que irse, me dijo que me disculpara todos los días cada vez que pudiera por el, que seguiría amándote pero que no prometía estar en contacto... Ni siquiera con su hermano.

Mi Bad BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora