Buscar refugio.

40 7 0
                                    

Bien. Ya salí... Ahora es donde me pregunto a donde ir. Nunca antes había escapado de le cárcel de los genios... Y bueno, ahora deben estarme buscando como psicópatas. Me imagino sus caras de terror cuando ya no vieron en las cámaras ni en mi celda y casi lloro de la risa. Pero ahora no sé a donde ir. Podría ir a casa de mis padres, pero mis padres me dijeron que se mudarían de mi viejo barrio, porque les traía muchos recuerdos. Recuerdo aquella plática:

-Vamos a cambiarnos de casa.- Dijo mamá

-¿Papá volvió a arruinar la tubería por intentar arreglarla?

-No. En realidad ya quedó bien, así ya la podremos vender.- Respondió presumiendo papá, lo cual me dio mucha risa.

-¿Ya lograron ahuyentar a todos los fantasmas?

-No, pero no hace falta ponerlo entre los perfiles de la casa para venderla.

-¿Y porqué la van a vender?

-Está llena de recuerdos, tu sabes cuantos.

-¿Así lograrán vaciar su cabeza y olvidarse de todo?

-No, pero quedo todo arreglado, así que dejaremos la casa.

-Está bien. ¿Los podré visitar?

-Cuando te dejen salir de aquí.

La respuesta fue tan cómica ¿Cuando me dejarían salir?¿Aún tenían la esperanza de que fuera una enfermedad curable?. Fue la antepenúltima vez que hablamos, ya que después vivían muy lejos para poderme ir a visitar diariamente, como acostumbraban. Quizá así se sintió el abuelo cuando lo dejamos de visitar. Lo metieron a una prisión de almas antiguas. Él solía decir que después de un tiempo el término "Prisión" tomaba otro significado con el paso del tiempo. Decía que la convivencia hacía a la familia, así que papá y mamá habían dejado de ser su familia, por dejar de convivir con él. No lo culpo. 

En fin, debo buscar algún lugar donde quedarme hoy. Tengo hambre, necesito un café, llevo caminando unos 50 kilómetros desde que salí, y por primera vez en seis años siento hambre. Deben haber pasado 10 horas de mi última comida, es raro que yo sienta hambre, pero he caminado demasiado. Podría ir a casa del tío Royer. Es el perfecto ejemplo de millonario solitario y amargado. Somos 17 primos en total y ni a sus propios hijos los quiere como a mi, pero vive en una gran ciudad a miles de kilómetros de aquí, así que necesito un camión que me lleve al aeropuerto y un avión que me lleve hasta allá. Por consiguiente necesito dinero, primero para comer y después para lo demás. Joder... Dinero, dinero, dinero... ¡Puto mundo de locos!... El dinero mueve al mundo... Ah, pero ¿Qué puedo hacer?.

Tengo hambre, por dios, hacia años que no caminaba tanto ni tenía tanta hambre... Que difícil es estar en éste mundo... Podría robar para comer, pero no para irme... 

Ahora que me veo pasar frente al cristal de una tienda y me había olvidado de que traía la ropa azul de doctor... Necesito ropa... Demonios ¿Porqué la gente es tan complicada?... Iré a casa de Charlie, debe estar perdido entre poesía....   


¿Crees que estoy loco?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora