¿Cuál es tu plan?

32 3 0
                                    

Saco la idea de entregarme de mi  mente como puedo, acaricio un poco a esta linda perrita de Charlie, de la que aún no sé su nombre. Leo en su placa que lleva colgada a su cuello su nombre: Canela. Lindo nombre, intenta lamer la cara y la alejo rápidamente, antes de que embarre su saliva en mi rostro, me cae un poco en la mano y comienzo a pensar en cómo arreglarmelas para prepararle algo a éste hombre, en la alacena donde guarda la comida de Canela parece haber cereal, pero no hay fruta para acompañar ni leche. ¡¿Cómo demonios sobrevivió tanto tiempo?!.. Debió ser muy complicado, más aún si descuidó la huerta que mamá Charlie cuidaba tanto... Momento, la huerta de Mamá Charlie, eso es, está prácticamente en el jardín trasero y dudo que alguien me reconozca si me visto igual que Charlie. Subo corriendo al cuarto de Charlie por un poco de su ropa, pero parece que no hay ni una pieza de ropa limpia. Me pregunto dónde guardará la ropa limpia... Eso es, hubo mucha ropa que dejó de utilizar porque "Ya no se veía bien". Esa era su escusa para vestir un poco más "A la moda" pero me será útil.

Al calzarme la botas de jardinería de Charlie me doy cuenta de que tiene un pie gigantesco, pero es obvio, él es muy alto, así que la sorpresa por su pie desaparece, para dar paso a la sorpresa por lo pesadas que son estas botas. Supongo que afuera debió ser un terreno difícil allá abajo. Llego a la puerta del jardín y me vuelvo a sorprender, hay matas de casi metro y medio de pasto, será complicado cruzar aquí, pero todo sea por ayudar a Charlie...

Al volver tengo vegetales de casi todas las especies aquí, así como frutas y un pequeño ramo de flor de amapola que corté para adornar un poco el desastre que hay aquí dentro, a pesar de que no es suficiente, a mi me parecen bonitas. Es un día soleado, un gran día para salir a ver a Lizie, si yo fuera libre, lo cual no es así, y me traerá serios problemas para poder verla. 

Comienzo con un platillo sencillo de frutas, un cocktel de frutas, cuando era pequeño lo comía a lado de Lizie, antes de que se presentara los primeros indicios de mi "Enfermedad" pero dentro de la cárcel de los genios no nos daban fruta fresca, era horrible, parecía congelada, y nos la servían con algún narcótico para volvernos "Mas tranquilos", aunque no funcionara con todos, ya que algunos de nosotros teníamos nuestros sistemas cardíacos muy veloces, ésto hacia que metabolisáramos el medicamento tan rápido como nos lo daban, así que no nos hacían nada, nos relajaban un par de horas, pero en cuanto íbamos a orinar se perdía todo el efecto.

Charlie ha despertado y su desayuno, aunque muy "Simple", debe ser suficiente para que se quiten algunos de sus malestares. 

-Valla, ¿De dónde sacaste todo ésto?- Pregunta al llegar a la mesa.

-Del jardín- Respondo sincero.

-Me había olvidado que estaba allí... Recuerdas cuando jugábamos y mamá nos regañaba... Oh Oliver...

-Basta, Basta.- Lo tranquilizo y le doy una palmada en la espalda.- Ya no te atormentes, no es necesario... Tranquilo...

-Está bien.- Dice tragando un pedazo de sandía, casi completo.

-Come tranquilo.-

-¿Y cuál es tu plan?- Dice temeroso.

-¿Crees que tengo un plan?

- Obvio, siempre los tienes- Me sorprende lo mucho que me conoce, aún ahora que tengo tanto de no verlo.

- Pues iremos a ver a Lizie.

-¿Qué Lizie?

-Ya la conocerás, vamos, termina y vístete, ropa obscura, salimos ésta noche.

-Ésta noche, esta bien ¡Que rápido!

-Claro, nunca fui de planes muy elaborados    

-¿Ah no?

-Vamos, recuérdalo, esas inyecciones te están afectando la memoria.

-¿Ya las tiraste cierto?

- No, aún no, me tardé mucho cosechando la fruta...

Voltea a ver el periódico y pregunta:

-¿De verdad hiciste todo eso?

- No lo recuerdo.

-Ah, Ahora resulta que los medicamentos que te dieron en el manicomio también te afectaron la memoria ¿No?- Dice burlón y me invita a sentarme con un ademán.

-Vamos Oliver, ya viste lo que yo he vivido en este tiempo que no nos vimos, cuéntame lo que has vivido tú.

-Ah... Charlie, es una larga historia.

-Tenemos hasta ésta noche.

Lo miro y me devuelve una mirada curiosa, de verdad quiere saber como estuvo mi estancia en la cárcel de los genios, y no sé ni por dónde empezar, como ya dije, es una larga historia...


¿Crees que estoy loco?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora