Capitulo 7 " Jugando con fuego "

171 14 9
                                    

Me sentía flotar como en una nube . Una nube suave, dulce, inmensa, como las que observaba a través la ventanilla del avión.
Nunca, ni en mis mejores sueños, imaginé que tanta suerte, llegara estar de mi lado. Analizaba todo lo que había vivido en las últimas 36 horas y no daba crédito.

Mis miedos, mis dudas, la falta de confianza en mi misma, todo eso quedó atrás...

Siempre fui una niña, como decirlo sin parecer presuntuosa, fui una niña guapa, allá donde iba llamaba la atención.
Al contrario de lo que pueda parecer, eso no siempre es fácil de llevar.
Al menos no lo fue para mí.
Mi carácter introvertido y miedoso, se acentuaba al tener que mediar, con un físico espectacularmente llamativo.
Ir a la escuela y ser el centro atención de chicas y chicos, ver cómo te señalan y comentan de ti, y las envidias que provocas entre el género femenino, no me ayudó demasiado en mi niñez .
Además detestaba ser la torre ( ese fue el mote despectivo que me atribulleron ), pero poco podía argumentar en mi defensa, ya que pasaba dos cabezas a todos los de mi curso y un curso  más.
No recuerdo una infancia feliz, demasiados complejos, para alguien con poca autoestima. Rezaba por pasar desapercibida, pero 1.75 metros de altura a mis 15 años, me lo impedían.
Cuando llegó la chica nueva, sentí lástima por ella, era tan bajita, sabía de antemano que iba a ser víctima de burlas de las " guays " de la clase.
La "enana" (así es como la bautizaron a ella ) me sorprendió. En pocas horas dejó claro, que con ella no se metía nadie.
Me reía al recordar la cara de horror de Lidia, mientras esa tal Lola, de un tirón de pelo la empotró contra la pared.
Me gustaba su seguridad, era absolutamente todo lo contrario a mi, por eso me llamó tanto la atención.
La primera semana del segundo trimestre, el profesor de historia, nos emparejó  en el trabajo de los volcanes, y desde ese momento, nos hicimos inseparables. Nos compenetrábamos a la perfección. Cada una le aportaba a la otra lo que necesitaba, ella me empujaba a ser más valiente y a quererme un poco más, y yo la ayudaba a tener más autocontrol, a ser menos impulsiva.
Pasados unos días, alguien tuvo la gran idea de cambiarnos los apodos"torre" y "enana" por " el punto y la I " .
Si, muy ingenioso por su parte, nótese mi sarcasmo.

Una mañana, Lola se encaró al grupito de las populares, porque no paraban de provocarnos. Una de ellas le dijo algo así como; "Ponte de pie para hablar con nosotras .. Ah no.. Si ya  estás de pie ¡enana!.
Eso fue la gota que colmó el vaso, Lola se lanzó sobre ella como gata enjaulada y empezó la guerra.
Como pude , esquivé varios golpes, pero de repente, sentí hundirse mi pómulo, un crujido acompañó un dolor intenso y mi equilibrio se tambaleó. Detrás de ese golpe vino otro, me defendía con patadas y empujones, pero ellas eran más y siempre había alguna demasiado cerca, como para evitar que me alcanzara.
Dos manos se posaron en mi cintura por la espalda y me arrastraron hacia sí, apartándome del meollo en el que estaba. Pensé que me iban a acorralar, para darme más fuerte, grité, lloré y entré en estado de pánico, hasta que alguien con voz grave y masculina, me susurró al oído ;
— shh , shhh, Cálmate nena... Ya pasó...
Conocía esa voz, adoraba esa voz, bueno mejor dicho lo adoraba a él, era Axel, el hermano de Lola.
Estaba enamorada de Axel, desde el minuto uno en que lo conocí. Imagino que él lo sabía, porque no podía evitar poner cara de boba, cada vez que nos cruzábamos por su casa, o por la escuela. Pero claro con 18 años (casi 19 ), se fijaba en chicas de su edad, y no en una "renacuaja", amiga de su hermana pequeña... O eso creía yo.

Dejé que me rodeara con sus brazos. Apoyé mi espalda en su pecho, estábamos tan pegados, que podía sentir el calor de su boca en mi nuca. Al instante mi cuerpo reaccionó a su contacto. Sentí erizarse el vello de mi piel. Ambas piernas me temblaban de emoción, pero el debió pensar, que era a causa del estado de nervios en el que me encontraba.
Me relajé y disfruté del momento. Su contacto, tenerlo tan cerca, era un bálsamo para mí, había deseado tantas veces, estar entre sus brazos...
— ¿ Estás bien Nora?—
Di media vuelta y lo miré a los ojos.
— Yo... Creo que sí, bueno el pómulo me duele, pero estoy bien gracias a ti.— pude ver ternura en sus ojos.
— Esas niñatas, se lo estaban buscando y dudo que vuelvan a molestaros, de eso me encargo yo.
Acarició mi pómulo e hice una mueca de dolor.
— Perdona...perdona...— que dulces sonaban esas disculpas.
Permanecimos mirándonos sin decir nada, unos segundos maravillosos. Sus ojos , oscuros, rasgados, intensos, recorrieron cada centímetro de mi cuerpo y me provocó tal excitación, que mi respiración se aceleró al instante. Sin querer solté un pequeño gemido de placer.
Cuando Axel fue consciente de la situación , dio un paso hacia atrás y me soltó de inmediato. Fijó su mirada en Lola, que pasaba por nuestro lado, acompañada del mejor amigo de él , camino de la enfermería.
— Te dieron un buen golpe — dijo cogiendo mi mano bruscamente— vamos, deberías ir con Lola a ponerte hielo, se te está hinchando demasiado.— fue cortante y seco.
Los meses siguientes , fueron una pesadilla para mí.
Tal y como prometió se encargó de que " las popus" no volvieran a molestarnos, pero yo no podía quitármelo de la cabeza, aquella mirada revolucionó todas mis hormonas.
Axel no volvió a dirigirme la palabra. Me ignoraba y diría que disfrutaba cuando se presentaba con distintas novias, a cada una de las fiestas de la escuela. Si tenía una pequeña ilusión respecto a nosotros, se encargó de arrebatármela sin piedad.
Èl era demasiado para una mocosa como yo, mi cabeza lo sabía, pero mi corazón luchaba contra la razón , no estaba dispuesto a rendirse, sin antes luchar.
Fui invitada a la fiesta de graduación, por un chaval de su curso, del que no recuerdo ni el nombre, pero accedí a ir con él, sólo para tener la oportunidad de estar cerca de Axel . Necesitaba saber  cómo reaccionaría al plan que tenía preparado, si lograba que me viera cómo una mujer adulta, quizás entonces se fijaría en mi.

Dos meses antes de la fiesta, acudí a clases de reggaeton, kizomba y bachata, en la academia de al lado de mi casa. Ese era mi plan, nada novedoso lo sé, pero una canción sensual bien bailada y vestida para la ocasión, eran las únicas armas que se me ocurrían para llamar su atención.
Tenía que luchar contra mi timidez, aprender a ser descarada y más abierta, porque nadie quiere a su lado, una niña sosa que esconde su cuerpo bajo ropas anchas, porque no sabe cómo reaccionar a un buen piropo. Las chicas que le rondaban, no tenían nada que ver conmigo. Nunca lo conquistaría si no hacía algo para merecerlo. Por Axel merecía la pena cambiar y yo lo deseaba tanto, estaba dispuesta a todo por él.

Me encogí en el asiento del avión, al recordar los detalles de lo que sucedió aquella noche.
Era una niña inmadura jugando con fuego ...
Atraída por esas llamas de pasión , me acerqué hasta quemarme y me abrasaron el alma , convirtiéndola en cenizas que se llevó el viento... arrastrando a su paso, la niña inocente que en su día fui.

======================================

Bueno, bueno... Ya vamos conociendo detalles de los protagonistas y de su pasado.
¿Qué le ocurrió a Nora esa noche?
¿ Cómo influyó en ella, en su forma de ser y de actuar ?
¿ Qué pasó entre Axel y Nora ?

Todas las respuestas en el próximo capítulo.!

Espero que os esté gustando y como siempre GRACIAS a todos los que me siguen, votan y comentan!

En la foto multimedia, Nora con 15 años.
xxxx.

No Me Juzgues Pero No Me Dejes #FAwards  #PNovels2016 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora