Capítulo 8 "Amigos con derechos y sin ataduras"

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—Woow ... ¿pero tú quien eres?, ¿qué has hecho con mi amiga?— Lola me observaba con las manos en la cabeza y los ojos abiertos como platos— pareces otra Nora, ¡estas increíble!

— ¿Estás segura?, ¿no me pasé con el maquillaje ?, ¿demasiado corto el vestido? . Se sincera... ¿de verdad crees que voy bien?

— ¿Bien? No que va... ¡Eres la puta Diosa de Venus!, vas a revolucionar el gallinero amiguita, bueno mejor dicho ... a los gallos del gallinero— las dos nos reíamos a carcajadas.

La opinión de Lola era importante para mí, claro que me miraba en el espejo y me gustaba, en realidad me encantaba, pero era un estilo que nada tenía que ver conmigo, y me sentía algo rara.

Elegí un vestido bordado, de color blanco, que realzaba mi bronceado. El escote en palabra de honor, el cuerpo ceñido y a la altura de la cadera, una cinta simulaba un cinturón bajo. Le seguía una falda corta, quizás demasiado para mi gusto y con bastante vuelo, dándole un toque alegre a la prenda.

El pelo me lo dejé suelto y lo sequé boca abajo , para que me quedara con aire más alocado. Los ojos, los maquillé con tonos rosa pálido , gris oscuro y muy perfilados en negro.

Estaba satisfecha con el resultado. Lucía muy sexy y desde luego parecía mucho más mayor, era justo lo que estaba buscando.

Se acabó ser la muda, la antisocial, la rarita, ese look sólo era el envoltorio, de una nueva Nora.

Sabía que iba a dar mucho que hablar, pero por primera vez en mi vida, me sentía preparada y ansiosa de ver las reacciones de todos al verme... En especial la de Axel...
Así que me miré al espejo por última vez y me dije, "vamos allá Nora, ponle narices, que tú puedes".

La fiesta se celebraba, en una discoteca a las afueras de Barcelona., a 1 hora de camino en tren. Quedamos delante de la estación, un grupo enorme del colegio , para salir a las 8 pm todos juntos y poder llegar a nuestro destino a las 9 pm. La idea era ir con tiempo de tomar un par de copas , de unas risas, alguna que otra foto y sobre las 11 pm entrar a la disco, cuando ya estuviera algo animada.

Los nervios se apoderaban de mi, a cada paso que nos acercábamos al punto  de encuentro con todos los demás.

No tardé en darme cuenta, que ya no resultaba invisible a los ojos de los que se cruzaban en mi camino.

Pasamos por al lado de un grupito de chicos , que calculé tendrían 17, 18 años, uno de ellos se me quedó mirando con las dos manos en el corazón y de forma cómica se arrodilló y gritó en voz alta;

— Rubiaaa! Mátame sino te sirvo... Pero primero pruébame!— me guiñó el ojito.

Todos se giraron a mirarnos y empezó, lo que parecía un concurso de " a ver quién suelta el piropo más ocurrente" .

Eran sevillanos, eso seguro, aquel acento y la gracia con la que se dirigían a nosotras, lo dejaba más que evidente.

— ¡Quien fuese bizco, para poder verte dos veces!
—soltó uno de ellos, mientras rodaba sus ojos hacia dentro.

— ¡Si ser sexy fuese un delito... Os pasarías la vida en la cárcel guapas!— Lola y yo nos miramos y empezamos a reír y a acelerar nuestro paso, ese numerito era demasiado y no sabíamos cómo reaccionar, así que lo mejor era sonreír y salir de allí por patas.

No Me Juzgues Pero No Me Dejes #FAwards  #PNovels2016 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora