Atención, éste capítulo narrado por Leo, nos revelará el porque de su comportamiento con Nora.* Leo *
Estoy cansado de soportar a Sofía.
No debí ceder la primera vez que me chantajeó.
Ahora es tarde, estoy en sus manos y ella lo sabe.
En la época que la conocí, yo era un chaval alocado, recién llegado a NY, con ganas de comerme el mundo. Ella trabajaba de modelo cuando la llamaban y coincidimos en una sesión de fotos para un catálogo de ropa. Yo apenas sobrevivía con el sueldo que me sacaba de trabajos eventuales como fotógrafo y cada vez que acudía a una sesión, me entregaba a fondo para que volvieran a llamarme.
Sofía se sorprendió mucho con el resultado de mi trabajo, hasta tal punto, que me contrató para que la siguiera, en principio durante un més.
Pasé a ser su fotógrafo personal, le proporcionaba reportajes diarios y los enviaba a una y otra agencia esperando que alguna empresa seria, le abriera las puertas.
Sofía no tenía necesidad de trabajar, era hija de una de las familias más ricas de España, al parecer su padre heredó una fortuna de un tío de él, soltero y sin hijos. Así que no era dinero lo que buscaba, ella ansiaba ser famosa, codearse con gente importante y para eso necesitaba tirar de contactos, que no tenía.
Decidió venir a vivir a NY, con la intención de lanzar su carrera, quería dar sus primeros pasos en el mundo de la moda y esperaba acabar triunfando como actriz de cine, rodearse de actores y del glamour del mundillo de la farándula, que tanto la atraía.
Con su belleza y su dinero, pensó que sería fácil lograrlo. Sólo tenía que darse a conocer y allí es dónde encajaba yo en su vida. Me convertí en su esclavo de día y de noche. Era tan atractiva, me enamoré de ella sin ser consciente de ello y dejé que me manipulara a su antojo sin oposición alguna.
Teníamos encuentros sexuales esporádicos, imagino que para ella sólo era diversión, se lo pasaba bien sin duda, pero no sentía nada hacía mí.
Yo en cambio, estaba completamente entregado a ella, soñaba con su piel suave y aterciopelada estremeciéndose bajo mi cuerpo, con su sonrisa alocada cuando me acercaba a besar el lóbulo de su oreja, todo en ella me deslumbraba tanto... soñaba con que fuese mía para siempre, pero en el fondo era consciente de que Sofía buscaba un pez gordo y que nunca se conformaría con un don nadie como yo.
Me obsesioné en complacerla para no perderla y accedí a acompañarla a cada una de las fiestas, a las que ella misma se invitaba, a base de talonario.
En una de ellas, un tipo le habló del "2-4-2" (Two for Two), un local muy exclusivo de moda entre la jet set del momento. Pero en el local no sólo se servían copas y se bailaba. Allí acudían parejas adineradas y de famosos cansadas del sexo tradicional y se prestaban a todo. Lo más habitual, intercambios de parejas pero también tríos y orgías descomunales.
Las camareras pasaban semidesnudas con botellas magnum de champagne francés, bandejas de cocaína ya preparada en rayitas dispuesta para los clientes del local. También proporcionaban cigarrillos de marihuana y diferentes tipos de pastillas alucinógenas, todo absolutamente todo, estaba incluido en el precio de la entrada, el cual sin ser una lumbrera podía adivinar que era más de lo que yo no ganaba en muchos meses de trabajo.
Así que Sofía se ocupaba de pagar la entrada de ambos, el dinero no era obstáculo para ella y me necesitaba para acceder pues la entrada era exclusiva para parejas.
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No Me Juzgues Pero No Me Dejes #FAwards #PNovels2016
Romance#PremiosAF1. #Premios.P2016 ¿Qué limita la frontera del bien y del mal? ¿Acaso las cosas siempre son blancas o negras? ¿El fin justifica los medios? Quizás conocer a Nora, te haga replantear las respuestas a estas preguntas...