El anime también necesita héroes.

Divalandia.

Nos despertamos comenzamos a buscar comida.

-¡No hay comida!- Dije llorando.

Buscamos comida, porque somos pobres y feos y no teníamos nada.

No encontramos nada...

Íbamos caminando por la calle cuando de la nada aparece un viejo.

-¡Hola! Soy Minato- Dijo sonriendo.

-¿Tienes comida?- Pregunté.

-No...- Dijo pensando.

-Adiós- Dije e iba a continuar caminando, pero Kim me agarró de la camisa y me impidió seguir.

-Hola, Soy Kim- Dijo Kim con cara kawaii, sí, nadie se la cree. -Ellos son Natsu, Martha y Víctor. -Dijo apuntando a cada uno cuando los nombraba. -Víctor no es tan importante, en realidad, lo tenemos aquí por lástima- Dijo susurrando.

-Si escuché- Dije y chillé.

-Era broma- Dijo Kim sonriendo. -No lo era- Dijo susurrándole a Minato.

-Esperen aquí- Dijo Natsu mientras iba por un callejón.

-¡Natsu! ¿A dónde vas?- Preguntó Kim.

-No huyas, cobarde- Dijo Martha.

Natsu volvió con dos sandías.

-¿De dónde sacaste dos sandías?- Dijo Kim mientras todos lo veíamos con cara de poker face.

-De mi corazón- Dijo Natsu.

Todos nos volteamos a ver. Creo que se le cayó un tornillo. ¿Y yo era el raro?

-Ya, enserio- Dijo Martha.

-Estaban en el callejón de allá- Dijo apuntando al callejón del cual salió hace dos minutos.

Natsu me dio una sandía.

-¿Por qué a él le das una sandía?- Dijeron Kim y Martha.

-Porque si no se la doy nunca se callará.- Dijo Natsu.

-Tiene razón- Dijo Martha.

-Bueno, hoy vengo a entrenarlos- Dijo Minato. 

-Oh, había olvidado que Minato estaba aquí, estaba más concentrado en la hermosa sandía que tenía en mis brazos.- Pensé.

-Que grosero- Dijo Minato.

Ups, pensé en voz alta.

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Nos encontrábamos en un bosque para entrenar con Minato.

-¿Qué piensas entrenar? No sabemos hacer nada. Al menos yo no tengo ningún poder ni soy Batman.- Dijo Kim.

-Tú no necesitas ningún poder ni ser Batman, así eres linda- Dijo Natsu.

Todos volteamos a ver a Natsu.

-¿Lo dije en voz alta?- Dijo Natsu.

-Sí, mejor amigo- Dijo Kim.

-¿Yo puedo ser Batman?- Dije alzando la mano.

-No, Batman no existe aquí.- Dijo Minato cansado de nuestras pláticas absurdas.

-Bien, ¿qué haremos?- Dijo Martha.

-Bien, cada uno de ustedes tiene un talento muy especial lo cual los hace únicos- Dijo Minato. -Vamos a empezar con Natsu.