Carta 3

107 15 0
                                    

Molly:

     Yudi había sido mi mejor amiga antes de ti, Molly. Recuerdo que ella era alegre y buena, nada comparado con lo que es ahora.
     Me duele saber que ella fue la que más se empeñó en que nuestra amistad se acabara.
     Nunca me puse en sus zapatos, y, hace unos meses, cuando estuve en ellos entendí por qué actuaba de ese modo. Es algo... dificil ser reemplazada. No comprendía por qué ella se había alejado de nosotras, las tres podíamos ser amigas, pero al parecer ella no pensaba lo mismo.
     Se fue alejando, un paso, dos pasos, tres pasos y cuando menos lo esperé, ya estábamos a kilómetros de distancia, no convencionalmente, sino espiritualmente. Podríamos estar una al lado de otra pero siempre habría una muralla invisible que nos separaba. Y aunque me dolió, aún te tenía a ti.
     Hasta que te perdí.
     Ese momento, me sentí caer. Fue como si una hermana hubiera muerto, y en parte fue así, tu habías sido como mi hermana. Y de un momento a otro, ya no estabas.
     De solo pensar en que nunca más oiría tu voz, tu risa. Nunca más iría a tu casa y jugaríamos con tu pequeño hermano, que ya no cocinaríamos juntas o ya no haríamos algo tan sencillo como sentarnos en el sofá a comer galletas y tomar chocolate caliente, una presión se hace presente en mi pecho, un dolor y una tristeza me invade de los pies a la cabeza.
     Siempre te recordaré Molly, aunque tu ya me hayas olvidado hace mucho tiempo.

                                              F.

Cartas para MollyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora