(Maratón 6/?)
Molly:
Un día que fui a tu casa, como tantos otros días, fuimos al club, que consistía en una pequeña cancha de fútbol. Yudi y Cami (una niña que vivía cerca) estaban allí.
Jugamos handball por un rato, pero luego comenzaron a llegar más y más niños. Colin entre ellos. Y también Mauro.
En fin, todos jugaban diferentes cosas, algunos quemados, otros pases y otros penales en handball.
Uno de los niños que había venido trajo uno de esos labiales que permanecen por un día. Todos empezaron a ponérselos, y hasta a ti y a mí nos llegó. A mi me lo embarraron en el rostro y en mi hombro descubierto.
Yo no era de estar con muchas personas, no era de esas que encajaban en todos lados. No me gustaba jugar y convivir, en síntesis no estaba a gusto en ese ambiente.
Y como no estaba a gusto, no una a permanecer allí. Te dí una última mirada antes de salir por el gran portón de la entrada. Tú te veías feliz, jugando con Yudi y con Colin, yo no iba a quitarte esa felicidad.
Caminaba lento, varias veces dio media vuelta, pero no daba ni un paso cuando volvía a retomar mi camino. Ti ni te habías percatado de mi ausencia y sale que tú podías estar perfectamente sin mi compañía o ayuda en algo.
«¡Hey!» escuché y me volví hacia la voz. Eras tú. Tocaste mi hombro y me preguntaste por qué me había ido.
Pero ese no es el punto, el punto es que yo no encajaba en ese lugar. Podía encajar cuando estemos tú, yo y un par de niñas. O con mis compañeros de toda la vida. Pero con personas desconocidas, y en gran cantidad, no podía estar. Me sentía una inadaptada entre ellos.
Y era por eso que éramos amigas: porque éramos completamente diferentes. Podíamos hablar de cualquier cosa y nunca nos aburririamos.
Pero llegó un punto en el cual contrastabamos demasiado, ya no coincidíamos en nada y las cosas ya no funcionaban.
Nosotras ya no funcionabamos como amigas.
F.
ESTÁS LEYENDO
Cartas para Molly
Short StoryNuestra amistad fue demasiado bonita para haber terminado de esa manera. Pero así como bonita, también fue falsa. Tuvimos un velo en los ojos, el cual cayó en el último momento, en el que todo se rompió. -Tu mejor amiga. **** ...