Tom Riddle El Niño Que No Supo Amar

El pequeño Tom

Habían pasado diez años desde que Tom había visto cerrar los ojos a su madre y aunque no lo recordaba le tenia un rencor profundo por haberlo dejado a su suerte en ese asqueroso orfanato. A pesar de ser uno de los niños mas inteligentes y guapos del orfanato, las pocas veces que alguien se había interesado en su adopción lo habían renegado alegando que el niño era siniestro e incluso malvado.
Una navidad, cuando Tom cumplía siete años, los señores Brestown se lo llevaron a casa para conocerlo mejor, vivían en una casa enorme a las afueras de la ciudad rodeados de lujos, pero la señora Brestown a pesar de ser muy joven no podía tener hijos, le gustaba tom porque tenia cierto parecido con su apuesto marido.
Lo primero que sucedió es que Tom , sin saber como, llenó la casa de pequeñas serpientes que parecían obedecer al muchacho, cuando la señora Brestown le preguntó , Tom solo negó saber el porque había tanto reptil en su habitación. La señora Brestown aseguraba que aparte del incidente, el niño era cruel, pues de las pocas cosas que le oyó decir fue llamarla reseca y que las mujeres que no podían tener hijos no deberían adoptar pues según el, la naturaleza es sabia.
Días después estaba de vuelta con la Señora Cole en el internado.

Estaba a punto de cumplir once años y Tom pensaba en esos padres y se fijaba que desde ellos, nadie mas había preguntado por el, pero no le importaba, a fin de cuentas desde muy pequeño había aprendido a ser independiente, hacia su cama, habitación que no compartía con ningún compañero porque todos les tenían miedo, bajaba a desayunar al comedor e iba caminando solo a la escuela del distrito, una vez mas nadie quería acompañarlo.
Desde que aprendió a leer, leía todo lo que podía, tanto que alguna vez había cometido mas de un robo del que nunca le podían culpar, el mismo sabia que tenia ciertas habilidades extrañas que se le presentaban cuando mas lo necesitaba aunque no comprendía porque no era capaz de controlarlas todo el rato.
Era capaz de hacer mover objetos, prenderles fuego o incluso hacerlas desaparecer para que nadie las viera, otra habilidad era que podia hacer daño sin tocar a su víctima, solo lo pensaba y al instante estaba retorciéndose en el suelo como aquel chico que lo quería acusar de haberle robado la armónica.
La única habilidad que podía practicar siempre era hablar con serpientes, solo necesitaba una cerca, eran sus únicas amigas, ellas lo comprendían, cuando lo llevaron a casa de los Brestown su amiga que el llamaba Ámbar por sus ojos, lo había seguido y con ella todas las que fueron encontrando por el camino y por eso la casa se lleno de serpientes, la pequeña Ámbar le había preparado una fiesta de bienvenida que la Señora Brestown no había aprobado, ¿como iba a querer a una madre que no lo comprendía?

Nadie realmente lo comprendía, sabia que su madre había dado a luz en el centro, pero el quería saber mas de sus padres y nadie lo ayudaba con eso, ni siquiera la señora Cole había accedido a acompañarlo al padrón del ayuntamiento para saber mas sobre su padre Tom Riddle y de su familia materna solo sabia que su abuelo era Sorvolo , no podía buscar gran cosa desde ahí sin embargo ese nombre le decía mucho más, su intuición le decía que las respuestas estaban en ese nombre.

Sus pensamientos quedaron interrumpidos por la señora Cole- Tom tienes visita. - a continuación entró el hombre mas extraño que había visto en su vida, alto con una melene caoba a juego con su barba larga, un traje de terciopelo púrpura y unas botas que parecían alguna especie de piel de serpiente pero con escamas mas grandes y brillantes.
- Buenas tardes Tom, soy el profesor Dumbledore y vengo para decirte que tienes una plaza en mi colegio.
- No estoy loco, la señora Cole piensa que si pero no es verdad.
- Oh Tom , Hogwarts no es un colegio de locos, es un colegio para gente con habilidades especiales, para magos.
- ¿Es magia lo que yo hago?
- ¿que sabes hacer Tom?
- Puedo hacer mover objetos sin tocarlos, prenderles fuego, también puedo hacer daño si quiero, mucho daño.
- En ese colegio aprenderás a controlar la magia igual que a usarla adecuadamente.
- ¿Es Usted un mago? Demuéstrelo.-
Automáticamente Dumbledore sacó su varita apuntó al armario y este comenzó a arder, Tom puso cara de horror pero al instante paró y el armario quedó intacto a decepción que nosaban golpecitos como si algo quisiera salir de el.
- Abrelo- le pidió Dumbledore, en el fondo había una caja y Tom sabia muy bien que era, eran el premio de sus logros, de sus robos y de sus intimidaciones.
- En Hogwarts esta prohibido el robo, lañ inundación y usar magia cerca de muggles, tendrás que aprender nuestras leyes, estudiar , convivir con compañeros y volver aquí en vacaciones. Esta es la carta donde vienen los materiales y cosas que necesitarás para el primer curso.
- Pero yo no tengo dinero...
-No te preocupes el colegio tiene reservado unos fondos para aquel que los necesite, si quieres te acompañaré al Callejón Diagon a comprarlos...
- No se preocupe, estoy acostumbrado a hacer las compras solo, usted explícame como llegar.
- Como quieras, aquí tienes el billete del tren y el dinero para el primer curso, en el banco te explicaran las equivalencias del dinero muggle , nos vemos el uno de septiembre. - y sin mas salio por la puerta.