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Sam ya se había ido. La pasé muy bien con él. Es un chico agradable, pero hay algo que no me cuadra. Vi la hora eran las 10 am.

Me dirigí hacia mi cuarto, me desvestí y fui al baño a tomar una ducha. Curiosamente durante el baño, recordé cuando estuve con Sam. Fue algo muy inesperado, porque normalmente no se suele tener sexo en la primera cita.

Termino de ducharme cuando suena mi teléfono, era Bryan y contesto.

-¿Hola?
-Lo vi, ¿por qué se quedó en tu casa? ¿Que te pasa? —me dice todo molesto.
-No tienes derecho a reclamar, Bryan. De todas formas aun sigo dudando de tu comportamiento y de la noche que fuimos al mirador.
-¿Qué puedo hacer para que me creas? -Me pregunta de forma agitada.
-Nada, solo déjame en paz. No quiero que me vuelvas a molestar.

En eso cuelga la llamada. Y escucho que tocan la puerta. Veo por la ventana y es él, pero decido no abrir la puerta.

-¡Ábreme Kevin! Por favor, abre la puerta. — dice gritando.

No digo nada y espero a que se vaya. Escucho su carro encender y marcharse. Decido apagar el teléfono para que no me siga llamando.

Termino de alistarme para salir con mi bicicleta. Hace mucho que no salía desde el accidente. Estoy un poco nervioso, pero me armo de valor. Decido ir por la carretera vieja, no es muy transitada.

Mientras voy pasando, empiezo a recordar a Aarón, fue mi primer novio. Él estaba en otro instituto así que prácticamente lo nuestro era un secreto, hasta que murió por un accidente que tuvo en la finca de sus abuelos, aún sigo pensando en él. Quien sabe, él seguiría de mucho apoyo en estos momentos difíciles.

Llego al mirador, no es la misma sensación que en la noche. En eso miro un carro que se acerca y bajan sus vidrios.

-¿Qué haces solo mariquita? -Comienzan a gritar.

Veo que son Bryan y sus amigos. Vaya que no estaba equivocado en que volvería hacer lo mismo. Pero veo que el está serio, no dirige su mirada hacia mi.

-¿Estás esperando a tu novio? -Lo dice mientras se ríen los demás.
-Larguémonos ya. -Dice Bryan sin mirarme y arranca el automóvil mientras sus amigos siguen riéndose de mi.

Que extraño, Bryan no me dijo nada. ¿Estará arrepentido de verdad? No quiero hacerme ilusiones. De todas formas no quiero pensar en él ni en Sam, a pesar de haber pasado una noche fantástica. Pero no quería que empezaran las cosas así. Aaron no era así cuando empezamos a andar, tuvimos sexo hasta seis meses de noviazgo.

Decido irme del mirador hacia mi casa. Mañana es lunes y tengo que prepararme para ir al colegio.

Llego a casa y mis padres ya están de regreso. Subo directamente hacia mi habitación a terminar las tareas y avanzar con el proyecto de literatura que Bryan jamás terminará conmigo.

Al momento de terminar mi avance, Sam me llama por FaceTime y atiendo su llamada.

-Hola, pequeño. -Lo dice con una sonrisa de oreja a oreja. Es tan apuesto.
-¿Como estás? -Le respondo cansado.
-Estoy muy bien. Pero no dejo de pensar lo qué pasó anoche. Realmente no debió pasar así. -Se rasca la cabeza mientras lo cometa.
-No te preocupes. -respondí en tono serio. -Solo fue algo casual.
-¿Casual? No lo fue. Tu eres un chico increíble. Realmente te pido disculpas, las cosas no debieron pasar así. -Me mira con preocupación.
-No hay nada que disculpar. Eso fue, lo que fue. Buenas noches, Sam.
-Pero, Kevin-.

Corto la llamada. Realmente no me sentía bien. Pero ya pasará. Luego recibo un mensaje de texto de Bryan.

-Buenas noches, Kevin. ¿Te veo mañana?

Lo dejo en visto y apago el móvil. Mañana será otro día. No dejaré que ambos me preocupen cuando debo estar enfocado en mi mismo.

Lucky Ones - Afortunados (Novela Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora