Lucky Ones - Afortunados (Novela Gay)

XI

Suena la alarma, ya es un nuevo día y no quiero levantarme. Mi mente está igual que ayer, es como si todo me afectará, más que todo lo que ha pasado los últimos días, pero aún así no trato de no pensar en ello.

Cada vez soy más rápido con mi rutina, hasta me quedan 10 minutos de sobra, así que decido irme en bicicleta, así trato de despejar mi mente.

No me doy cuenta que paso por el café de Sam, realmente tengo ganas de un café pero me dirijo hacia la cafetería siguiente.

-Buenos días, Joven. —me dice la barista con una hermosa sonrisa. -¿Qué va a ordenar?
-Quiero un latte sin azúcar, por favor.
-En un momento estará listo.

Quedo esperando el café y suena mi teléfono, es Dany.

-Hola bebé. Pasamos por tu casa pero ya te habías sido según tu mamá. ¿Ya estás en el colegio?
-Aun no. —Respondí mientras pagaba por mi café. -Estoy comprando un café.
-¿Donde Sam? —Pregunta muy feliz.
-¿Quien es San? —Dice Chris al otro lado del teléfono.
-No quiero hablar de él ahorita, Dany. Luego te contaré. -Le dije en tono apagado.
-Esta bien, Kevin. Nos vemos en la escuela.
-Adios.

Cuelgo la llamada y pruebo el café. Está rico, pero no es como el de Sam. Me dirijo hacia la escuela caminando, ya queda muy cerca. Y veo a Bryan llegando al instituto sin sus amigos, solamente con Melissa, pero se ven muy molestos.

Trato de evitarlos, no quiero cruzarme con nadie. No quise entrar a literatura, pero no tenía opción. Me senté junto a Bryan para "seguir trabajo" en nuestro proyecto, ya que la maestra prácticamente no quiere darnos la clase. Parece que todo mundo anda de mal humor el día hoy.

No quiero leer, porque ya he leído este libro antes, me lo sé perfectamente así que no hará falta. Siento que Bryan me mira, pero yo lo evito, pareciera que me quiere molestar de nuevo porque escucho murmullos de sus amigos. Así que preferí escuchar música y mirar hacia la ventana. Es un día muy gris, parece que quiere llover de nuevo. Amo estos días porque me relajan bastante y son los días perfectos para leer o ver una película en casa.

Mientras seguía escuchando música, Bryan empieza a tocar mi hombro con su dedo índice.

-¿Qué quieres? —respondí mientras quitaba mis auriculares.
-¿No me vas a hablar? Ni tan siquiera contestaste mi mensaje anoche.
-Bryan, ve con tus amigos y no me estes molestando.
-No, quiero quedarme contigo. Ya no quiero estar con ellos. —me dice mientras agacha su mirada.
-Allá está Melissa. —respondí. -Seguramente querrás hablar con ella.
-Terminamos. Me fue infiel con uno de mis amigos, porque supuestamente yo no le daba mucho tiempo.
-Que mal por ti. —respondí desinteresado. -Solo quiero escuchar música por favor, gracia.
-¿Qué tiene ese tipo que no tenga yo? —me pregunta enfurecido.
-La verdad tienen muchas cosas en común. —Respondí mientras lo miraba a los ojos. -Les encanta el sexo.
-¿Lo hiciste con él? —Me pregunta sorprendido.
-Eso a ti no te interesa, Bryan. Además, no quiero nada con nadie.
-¿Ni conmigo?
-No.
-¿Por qué, Kevin?
-Ya sabes la respuesta. —Empiezo a ponerme los audífonos y después me toma del brazo.
-¿Sabes por qué he sido así contigo todos estos años? ¿Sabes por qué? —Lo dice mientras sus ojos están llorosos.
-¿Ajá?
-Porque desde que conociste a Aarón, me puse muy celoso.
-¿Disculpa? —Lo dije muy sorprendido. No puedo creer que esté diciendo esto.
-Sí, Kevin. No soportaba verte con él durante y después del campamento. Yo solo te quería para mí.
-¿Por Aarón empezaste a golpearme, humillarme e insultarme? —comienzo a llorar. -Nunca fuiste mi amigo. ¡Eres un imbecil! —grité y salí corriendo del salón.

No puedo creer que por mi amor hacia Aarón comenzó este infierno en la escuela. No puedo creer que Bryan haya sido así conmigo. Éramos amigos desde pequeños, su hermano es mi mejor amigo y el sabe todo sobre mi al igual que Dany. Esto es muy confuso.

Me dirijo hacia el baño llorando. Ya no quiero estar más tiempo aquí. Me senté en un inodoro y comienzo a ver las fotos de Aarón. Realmente lo quería bastante, fue mi primer novio y pasamos momentos increíbles. Aun no puedo creer que lo perdí para siempre. Luego miro nuestra primer foto en el campamento y empiezo a recordar todo lo que viví durante esos días...