Me estaba preparando para un examen el día de mañana, toda mañana estuve estudiando y no he bajado a almorzar, por lo tanto no sé quiénes estarán en la casa.
Voces se escuchaban desde la planta baja.
No podía diferenciar quienes eran, de seguro era mi hermana y sus amigas.
No presté mucha importancia y seguí estudiando.
La curiosidad despertó en mí al oír la voz de un varón.
Me levanté del escritorio y bajé a la sala.
Estaba vacía, puede diferenciar la voz de Valeria y Samaria y... Un chico provenientes de la cocina y me dirigí hacia ella.
Era el mismo chico que tomó de la mano a Sam hace unas semanas atrás.
Miré con desprecio al muchacho quien tenia a Sam en el piso asiéndole cosquillas.
-¡¿Qué está pasando aquí!?.-refunfuñé gritando.
Los tres me miran sorprendidos y Sam se levanta del suelo donde estaba hace unos minutos siendo acorralada por ese salvaje.
-Lo siento, no quise causar escándalo, sólo jugábamos.-se escusa el chico asustado.
-¿Adrián qué te pasa? ¿acaso no puedo traer a mis amigos a casa? ¡No sólo tu puedes traer a tus amiguitas sabes!.-Sam, baja la cabeza avergonzada. Así fue como me conoció ella lastimosamente, cuando estaba en unos de mis encuentros con una ¿amiga?.
-Estoy estudiando y no quiero ruido.-digo serio fulminando con la mirada al mocoso del cual desconozco su nombre y tampoco me interesa en lo más mínimo saberlo.
-Nosotras no te dijimos nada cuando tú causabas ruido esa vez ¿O si?.-Habla Sam bastante ¿Enojada?.
-No causé mas líos después que metiste tus narices en mi habitación.-le digo.
Su cara está mas roja que un tomate y ya no puede poner excusas.
¡Gané!
-Sólo vinimos a refrescarnos un rato y después no iremos, no sabrás más de nosotros, te lo aseguro.-eso espero. Pienso.-por cierto.-continúa.-Soy Alan.
Y a mi qué me importa cómo te llames insecto.
No me había dado cuenta que él tenía un brazo en la cintura de Sam.
Con más razón lo odié.
Salí de la cocina y me encerré en mi habitación.
Abrí mi libro y seguí estudiando.
Mi celular suena...
Descuelgo sin mirar quien era.
-¿Adrián tienes planes para esta tarde?.-del otro lado de la línea se encontraba Armando.
-Estoy estudiando ¿Porqué?.-respondo sin ganas.
-Tengo la tarde libre y no se que hacer ¿Voy para tu casa?.-Pregunta
¿Acaso no escuchó que estoy estudiando?
-No puedo, mañana tengo examen. Quizá otra día, estoy ocupado estudiando.-le digo.
-Buuuueeenooo, adiós y espero que controles tu mal genio, que a leguas se nota que estas estresado y por tu tono de voz muy enojado. Cuidate amor.-dice riendo y yo también.
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¿Mi Mayor Adicción? Tú
Roman pour AdolescentsAdrián está metido en un pozo sin salida luego de la muerte de su padre. Las drogas son lo único que le hacen olvidar sus problemas. Hasta que conoce a la pequeña Samaria, la mejor amiga de su hermana menor de trece años, Valeria. Él tiene diecinuev...